Hija:
No voy a decirte nada, me voy a limitar a poner mi hombro para que llores en él cómo lo hice algunas horas en la madrugada cuando débilmente y con el rostro hecho un mar tocaste la puerta. Solo dijiste que querías quedarte unos cuantos días y algo similar a necesitar tiempo. No voy a agobiarte pero espero que seas valiente cómo para contarme qué está sucediento. Te miro dormir y veo que tu respiración ya no es tranquila cómo cuando mamá y yo te colocabamos en tu cuna de mantas color rosa, si no esa respiración de estar al borde de la desesperanza.
Te quiere: Papá
YOU ARE READING
Para mi querida hija
Historia CortaPapá siempre estará ahí, incluso cuando nos rompan el corazón