Cuando la primavera llegue

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~Se recomienda escuchar la canción al leer~


Las hojas de cerezo caen con el viento, y aunque el otoño está iniciando en mi corazón ya es invierno, un frío interminable que congela poco a poco todo mi ser.

Mis manos temblorosas desde que tu presencia se fue de mi lado, extraño tu calidez, tu sonrisa y tu fuerza de voluntad, me alegro que hayas cambiado para bien, serás una gran persona, todo lo contrario a mí, alguien frívolo y sin sentimientos .

Le tengo envidia, odio que esté a tu lado, que sea tu apoyo y soporte, que te dé la felicidad que yo nunca pude darte, que sea lo primero que veas todas las mañanas, que reciba tus besos y caricias, lo siento cariño.
¿Es demasiado tarde para eso?

¡Me odio!, me odio por no ser capaz de haberte notado, que curiosas son las cosas, cuando te tuve no supe reconocer a tan valiosa persona, mi obstinación me impidió ver más allá de lo que quería.

Pude haberte correspondido y ahora no me estaría arrepintiendo de nada, ¿Lo recuerdas?, todo lo que pasamos juntos, quizás no fueron cosas de gran importancia pero para mí han quedado valiosas memorias, agradezco tu preocupación y tus sentimientos sinceros.

¿En verdad eres feliz a su lado?, ¿amas tanto a esta persona como me amaste a mí?, sí, esa es la respuesta, ¿verdad?
Todavía no puedo creerlo, pero me doy cuenta, como se miran, se tratan tan amorosamente. Lo puedo entender, así debiste sentirte en aquél tiempo, siento no haberte tratado bien.

Antes te consideraba un gran compañero, alguien en quien confiar y creer, en ese entonces no lo sabía... Ahora lo nuestro no es más que un profundo amor abandonado, o al menos de tu parte.

Me gustaría irme de aquí, no puedo soportar este interminable dolor, y aunque preferiría que seas feliz conmigo, tengo que aceptarlo y dejarte ir, así como tú lo hiciste en su tiempo.

Espero que cuando leas esta larga carta recuerdes todos esos momentos tan bellos, pero no te sientas mal, yo los apoyaré a distancia, y cuando me necesiten ahí estaré para ambos.

—¿Campanas?

Está iniciando, respiré profundamente, debía estar presente en la ceremonia, después de todo soy quién llevará los anillos.

Caminando en dirección al sitio donde se realizaría la boda,  recordé el día en que nos conocimos, eras una persona totalmente distinta, alguien egoísta, sólo pensabas en ti, pero ahora... Apuesto a que Shirazu estaría muy orgulloso, así como lo estoy yo.

Sin darme cuenta ya me encontraba frente al altar, no puedo negarlo, se ven tan felices juntos.
Caminé para hacer la entrega y acomodarme en mi respectivo lugar.

La ceremonia continuó, llegando al momento en que mi corazón sufriría de nuevo.

—Urie Kuki, ¿acepta a esta mujer como su futura esposa?

—Acepto —dijiste con una amplia sonrisa.

—Saiko Yonebayashi, ¿acepta a este hombre como su futuro esposo?

—Acepto —dijo con lágrimas en los ojos.

—Ahora los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Al escuchar esto último una lágrima resbaló por mi mejilla, no estaba preparada para ver lo que seguía.
Sus rostros fueron acercándose hasta el punto en que rozaron sus labios de manera delicada y tierna.

Al separarse pegaron sus frentes y se observaron fijamente, ambos parecían estar llenos de dicha, tanta que no cabía en mí, era un sentimiento agridulce, estaba feliz por ustedes pero al mismo tiempo me dolía saber que te había perdido para siempre.
Mi vista se nublo, lo único que quería hacer era desaparecer de ese lugar.

Corrí lo más lejos posible, ¿en qué estaba pensando cuando creí que podría soportarlo?, sólo me estaba engañando a mí misma.
La "yo" de antes no lo entendería pero ahora es distinto.

Fui al primer lugar que se me vino a la mente, el Chateau.

Al entrar a mi antiguo hogar pude observar que todo era igual, no, la sensación que me provoca es distinta ahora, se siente como un lugar ajeno, no soy capaz de reconocerlo.

—No sé en qué estaba pensando, venir aquí.

Caminé hacia la puerta, y justo antes de tocar la perilla está se abrió de golpe.

—¿Urie? —no podía creerlo—. ¿Qué estás haciendo aquí? —intenté indagar.

¿Acaso estabas buscándome?

—¿Dónde te habías metido?, te estuvimos buscando por todos lados —me recriminaste. Por tu apariencia era evidente que lo dicho era cierto.

—Sólo quise despejarme, había mucha gente y...

—No tiene caso mentir, leí tu carta —mis ojos se abrieron a más no poder.

Hubieron muchos sentimientos encontrados en ese momento, era un torbellino lleno de emociones, no sabía qué decir ni qué hacer.
¿Es posible que mi carta te hiciera recapacitar?, ¿Saiko también la leyó?, ¿Por qué la leíste ahora?, ¿Aún me amas?, ¿Viniste por lástima?, esas y otras cuestiones daban vueltas en mi cabeza.

—Mutsuki... Gracias —respondiste con una sonrisa ladina.

¿Qué significaba eso?

—No espero lástima de nadie, por favor... quiero estar sola —hablé intentando demostrar indiferencia.

De pronto sentí tus brazos rodearme, no podía creerlo.

¿Estoy soñando?

Ya no importa nada, incluso si es un sueño. Me aferré a tí, no quería soltarte, no quería compartirte con nadie más, era hasta ahora que me daba cuenta de eso. Ojalá el tiempo se detuviera para permanecer así por siempre.

—Gracias por todo —susurraste a mi oído.

Escuchar aquellas palabras hizo que mi corazón se detuviera por un momento.

Lo sabía sólo no quería aceptarlo. Realmente estás enamorado de ella.

No pude evitar desbordar todos los sentimientos que había acumulado a lo largo este tiempo, las lágrimas  comenzaron a salir de manera abundante. Lo siento, no puedo hacer nada al respecto.

—Tengo miedo ahora —hablé entre sollozos.

—Está bien tener miedo —mencionaste mientras acariciabas mi cabeza.

Lentamente nos fuimos separando, y por unos segundos nuestras miradas se encontraron. Estábamos cara a cara, podía sentir tu respiración sobre mis labios.

—Vamos —hablaste para después alejarte.

Por un momento quedé inmóvil, observando cómo te alejabas. No pude evitar sonreír, el simple hecho de que hallas venido a buscarme me alegra.
Gracias por preocuparte por mí, incluso si ya no significo nada en tu vida.

Espero que el dolor que siento en mi pecho desaparezca con el tiempo. No importa si es invierno en mi corazón, cuando la primavera llegue se habrá llevado los rastros de frialdad que dejó nuestro amor no correspondido.

¡Hola a todos! :D
No me maten por favor.
Fue muy difícil para mí escribir este One shot, créanme.
La idea surgió de la canción que se encuentra como anexo, es una letra muy hermosa y dolorosa a la vez.
Espero que en el manga ocurra todo lo contrario, enserio ;-;

En fin, me despido, nos leemos en las próximas historias ♥

Despedida [Mutsurie] (One shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora