La Promoción

Prefacio

Aquel viernes estaba sola en casa, anhelaba con ansias que papá llegara y me contara alguno de sus cuentos maravillosos en los que siempre había un final feliz.

Era sin duda una niña feliz, papá y yo estabamos solos contra el mundo, yo amaba eso.

Ese día anocheció temprano, la luna era oscura y no se podía contemplar alguna estrella, él no llegaba y el cuerpo empezaba a temblarme, quizá fue una premonición de lo que iba a pasar.

Estaba parada frente a la puerta, esperando a que llegara, de un momento a otro mi deseo se hizo realidad, papá estaba frente a mi, llevaba la cara pálida y sudaba frío; yo creía que los adultos nunca sentían miedo y eso me daba valor, ahora ya no sabia que pensar. Me tomó rápidamente del brazo, subimos a mi habitación y me abrazó lo más fuerte que pudo,depositó un beso en mi frente por última vez y me escondió debajo de la cama, llevo años tratando de explicarme porque paso todo eso, talvez algún día lo logre entender.

Ellos entraron, no dijeron absolutamente nada, solo apuntaron y me apartaron del ser que yo más quería, el único que tenía. Mi padre cayó al suelo, ojos aún abiertos chocaron con los míos; lo vi, vi correr su sangre hacia mis manos temblorosas, quería llorar pero no podía, ellos seguían allí.

Algunos salieron de mi habitación, pero un maldito se tuvo que quedar, buscó por todos lados, no encontró nada o quizá quería jugar un rato.

Se movía de un lado a otro, sus pasos me atormentaban cada vez más, ya no podía.

Cerré los ojos muy fuerte, la puerta se cerró de un estruendo, suspiré, y antes de que pudiera salir, él me tomó de los pies,me arrastró como una bolsa de basura,por más que grite nadie me escucharía en aquel lugar, la única persona buena yacía muerta en el suelo , supuse que pudo estar vivo, pero ellos se encargaron de que eso no pasara.

- De alguna u otra forma, ese malnacido tenía que pagarnos - gritó llamando la atención de los demás, no olvidaré nunca su rostro; él me quito el alma, yo le quite la vida.