Y allí estaba frente a mí
pechos blancos
cómo la nieve en el ártico,
cómo la cal.
Hermoso rayo de porcelana
que camina sin rumbo
sin planes,
cada peca de tu rostro
son esperanzas perdidas,
cometas que se escaparon
en un parpadear.
Podría escribir tu nombre
al final de cada página
en plena inercia,
luego caeré en cuenta
que odio no poder controlar tu voz
resonando en cada espacio...

YOU ARE READING
Madrugadas de insomnio
PoetryNo soy una historia de mil páginas, solo un par de hojas arrancadas, arrugadas y esparcidas entre habitaciones desordenadas . A veces me gusta sentirme absorta entre la ansiedad , ahí es donde veo con claridad quien realmente puedo llegar a ser...