Shy Boys | Hopemin

001

Como cada mañana, siempre intentaba ser lo más discreto posible; ver a mi vecino por la ventana no era algo nuevo.

No tenía certeza si en algún momento me habrá descubierto, pero yo me sentía feliz con ver ese ser lleno de ternura cuando salía a la escuela.

El pelirosado salió de su casa, esta mañana llevaba un abrigo color pastel; con un gorrito de algún personaje conocido, esta vez iba escuchando música por sus auriculares.

Su mirada producía que todos cayeran a sus pies, es tan tierno que no merecía que nadie le haga daño, ¡por Dios! Es la persona más hermosa que he visto y eso que aún no tengo el valor de hablarle...

— Hoseok, deja de ver al vecino y háblale por una vez en la vida. — mi madre me sacó de mis pensamientos viéndome con recriminación bajo sus anteojos negros.

— Y-yo no estaba v-viendo al vecino... — murmuró y siento como inmediatamente la sangre sube a mi rostro.

Otra vez no...

— ¿Entonces veías a la señora Kim regar su jardín? — pregunto con una media sonrisa.

— ¡No sabía que tenías esos gustos, Hoseokkie! — gritó mi hermana desde la mesa de comedor; con una gran carcajada.

— ¡B-basta! — encaminé hasta mi habitación donde desesperadamente busqué mi mochila para irme a la escuela, quería escapar de esas dos.

No era sorpresa lo que sentía por el vecino, y tampoco era una sorpresa que mi hermana y mi madre me molestarán siempre que pueden.

Salí de mi casa, antes de que ella me vieran; ya que estaban en la parte de la cocina, agarré fuertemente la hebilla de mi mochila y empecé a caminar, formando un pequeño mohín con mis labios.

Desde muy pequeño se me hace difícil relacionarme con los demás, algunas personas dicen que es mera timidez y otros pocos dicen que soy muy introvertido, y puede que tengan razón, no me siento cómodo es más por alguna razón estar con más personas me hace sentirme inferior.

— ¡Hoseok!

— ¡T-Taehyung! — reaccionó rápidamente correspondiendo el saludo de mi mejor amigo y única persona con la que me relacionó en la escuela y fuera de esta también.

— ¿Cómo está todo? — me pregunto con un sonrisa ladina en su rostro.

—  Él está bien. Este fin de semana...

— No hablaba de tu perro, Hobi. — interrumpió.

— Oh...

— Dejando eso a un lado.

Esta era una de las cosas que mas admiraba de Taehyung, no todos tienen esa extraña capacidad para hablar y luego tener un nuevo tema de conversación y no aburrirse; en mi caso, era muy difícil entablar más de dos palabras sin quedarme callado y terminar huyendo por no saber qué más decir.

— ¿Sí? — pregunté viéndolo fijamente, mantenía una sonrisa en su rostro; bastante diferentes a las que estaba acostumbrado.

Extraño...

— Yo... Conocí a un chico unversitario, sé que es algo, ¿mayor? ¡Pero de verdad me gusta! — exclamó y pude notar en sus ojos la tranquilidad que tuvo al pronunciar esas palabras.

No pude estar más que sorprendido es decir, solo teníamos diecisiete años y los universitarios unos veinte o tal vez más.

— ¿C-Cuántos años tiene?

— Veinticuatro...

Me quedé en silencio meditando su respuesta, si es bien que Taehyung no tenía la edad para estar en esas andanzas, además de ser menor de edad, no podía hacer nada contra sus sentimientos, era su vida, tenía el derechos de elegir a quien quisiera.

— Eso es genial, Tae. — le sonreí despeinando un poco su cabello.

— Tú... ¿Tú lo aceptas?

—No hay ningún problema en eso, ahora vamos que se nos hace tarde.

Aunque haya pasado desapercibido, Taehyung me agradeció silenciosamente por aceptar su puede que futura relación con ese universitario, y no me pude sentir más que feliz porque al fin, Taehyung había encontrado a alguien que le interesará en sobremanera.

***

Las clases estaban siendo un gran dolor de cabeza, más porque el anterior profesor había renunciado y ahora tendríamos uno nuevo, y este aún no llegaba; por lo cual mis compañeros de clase tenían una revolución.

Ah mi cabeza...

Desvié mi mirada al pupitre de mi vecino, el cual estaba vacío. ¿Dónde estaba? No era el tipo de chico que salía de salón o se perdía d las clases, al contrario, era uno de los mejores del salón.

Luego de unos minutos más de espera, entro el nuevo profesor; bastante joven y apuesto, mantenía su traje inpecable. Su mirada era bastante amenazante, junto con su presencia. Era la típica fantasía que las estudiantes quieren vivir con un profesor, o bueno, también el de algunos chicos.

Dejó sus cosas en su escritorio, y antes de presentarse, entró mi vecino; su rostro estaba colorado al igual que sus labios, su respiración estaba agitada y parecía más nervioso de lo común.

— Adelante. — el tono del profesor fue casi como si quisiera reír en es instante; las mejillas de Jimin se tornaron más rojas y en silencio entró al aula.

Eso sí que fue extraño...

— Bien alumnos. — comenzó el profesor — Mi nombre es Min Yoongi, seré el remplazo del señor Bang desde el día de hoy.