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Omnisciente.

— Ya llegué. — saludo al entrar al entrar a su casa, su madre respondió su salido de manera efusiva desde la cocina; preparaba la cena.

— ¿Y Jiwoo? — pregunto al llegar al lado de su madre, beso su mejilla con cariño.

— Salió con una de sus amigas, dijo que vendría tarde.

A penas era miércoles...

¿Hoy? ¿Un miércoles? — la confusión fue palpable en su rostro.

— Déjala ser, Hobi.

Suspiró frustrado antes de subir las escaleras hasta su habitación, cerró y dejo su mochila en el suelo, se recostó en su cama aún sin quitarse la ropa con la que había llegado.

Su día estuvo horrible, empezando porque Jimin siemor se ponía nervioso o sonrojado cuando se profesor pasaba por su lado, que en más de una ocasión vio algunos roces de sus manos; no estaba enojado, o tal vez un poco, le molestaba en sobremanera que otro pudiese hacer lo que él no podía.

Tocar y hablar con Jimin...

No cabía duda de que era un maldito introvertido que se le dificultaba hablar con los demás.

Más que fastidiado, se despojó de su ropa y fue al baño a tomar una ducha, al terminar colocó su pijama sobre su cuerpo y empezó a realizar sus tareas correspondientes al día siguiente.

Su teléfono sonó, pero antes de que pudiese contestar o ver quién llamaba su madre se asomó por la puerta a decirle que la cena estaba lista; dejo el aparato a un lado y se dirigió al comedor.

Por alguna razón está cena fue bastante silenciosa debido a que la mayoría del tiempo su hermana era quien más hablaba; de igual forma no pasó desapercibida la extraña actitud de su madre, que parecía que se debatía mentalmente por algo.

— ¿S-sucede algo? — Hoseok dejó su plato al lado del de su madre; ella los estaba lavando.

— ¿Ah? No pasa nada, Hobi. — sonrió, antes de seguir limpiando.

De nuevo aquella mirada...

Respetando su decisión, regreso a su habitación, retomando sus tareas.

Por su ventana se pudo escuchar el sonido de un claxon; que claramente provenía de la casa de vecino, el castaño estaba empezando a pensar que se estaba convirtiendo en un acosador.

Se acercó a la ventana y observó a su vecino bajando de un auto, más no pudo ver de quién ya que una rama cubría el rostro del conductor.

Miles de preguntas asaltaron su cabeza, pero la que más lo tuvo pensando toda la noche fue, ¿por qué Jimin había llegado tan tarde?

***

— ¿Así que lo viste llegar tarde...?

Taehyung estaba tratando de entender lo que su amigo le decía sin intentar confundirlo con un acosador.

— Sí, en un auto de color negro. — aseguró con mucha confianza Hoseok.

Bien para este punto ya Taehyung pensaba que Hobi era peor que una vieja chismosa.

— ¿Y hay algún problema con eso? — preguntó tratando de contener una carcajada; no eran un secreto los sentimientos de Hoseok, pero siempre buscaba una forma de molestarlo para ver sus tiernos mohines o pucheros.

— ¡C-claro que si!

— Pero si Jimin es libre de hacer lo que quiera. — le quitó importancia al asunto.

— Tu no entiendes. — murmuró por lo bajo el castaño, pensando que el contrario no había escuchado pero no fue así.

Tae solo pudo sonreír ante su tierna actitud.

Al terminar su comida, se dirigieron a sus respectivas aulas, era un alivio que ambos estuviesen en la misma clase; ya que contrario a eso, Hoseok no podría soportarlo.

Hoseok observó cómo Jimin entraba al aula, sus mejillas se tornaron de color rojizo al ver pelirosa sonreír, este hablaba con una pequeña sonrisa, sus abultados labios se movían lentamente al hablar y no supo en qué momento su mente divago en cómo sería besar a Park Jimin.

Más que acalorado por la situación, Hoseok solo giró su rostro hacia la ventana, como si lo que estaba fuera de esta era más interesante que el chico que robó su corazón desde hace mucho.

Y por creer que lo que estaba fuera de la ventana era más interesante, nos se dió cuenta de la discreta mirada que le lanzó cierto chico tierno que lo observaba desde la lejanía.

Shy Boys | Hopemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora