hallucination - panwink.

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- Guanlin, debes tomar tus medicinas ¿cómo quieres que te hable? - Su psiquiatra lo regañaba mientras él fingía escuchar, la verdad no le gustaban para nada esas medicinas, le daban sueño y lo mantenían muy embobado, además de que paraban las alucinaciones, lo cuál no le gustaba tampoco, eran mucho más divertidas que su vida "normal" y a diferencia de otras personas con su mismo trastorno, sus alucinaciones no eran malas, ni querían hacerle daño (bueno, la mayoría de las veces no era así) sus alucinaciones eran agradables, al menos más agradables que las demás personas en el internado, porque bueno, todas esas personas estaban mal de la cabeza, y según Guanlin él era relativamente normal.- Si sigues de ese modo, tendremos que obligarte a tomarlas, como a Hyojong ¿quieres eso?- Guanlin negó con la cabeza un par de veces, se sabía que a todos los obligaban a tomar sus medicinas si no lo hacían, la cosa es que él era astuto, y se las ingeniaba para no tomarlas, a veces solo las escondía bajo su lengua hasta que la enfermera le dijera que se fuera y luego iba al baño para escupirlas, otras veces le revisaban la boca, así que comía mucho antes de sus medicinas, y luego las vomitaba, pero en una bolsa, porque habían cámaras en los baños, y no quería que también le anotaran un trastorno alimenticio en su carpeta.

- Entonces, considera esto tu última advertencia... Puedes irte- Guanlin se levantó de su lugar y salió por la puerta, estaba molesto, con todos en ese lugar, sólo quería que todos lo dejaran en paz, mientras iba caminando, pudo escuchar varios pasos detrás de él, pero estaba acostumbrado, los efectos de no tomar sus medicinas había comenzado, los pasillos vacíos se estaban llenando de ruido y lo que antes eran paredes blancas, ahora eran gris oscuro, se quedó parado, observando, o más bien buscando, él tenía que estar por ahí. ya que era su alucinación más frecuente.

- ¿Me buscabas, verdad? ¿Por qué la cara larga? - El castaño apareció junto a él dando saltito y con su acostumbrada sonrisa, pero esa vez parecía menos fuerte, menos real.

- Te tardaste mucho- Guanlin miró a su al rededor, procurando que nadie lo viera ni oyera hablando con Jihoon, pues la última vez que eso pasó, le habían aumentado la dosis, porque decían que él no era real.- Vamos a otro lado- Guanlin comenzó a caminar a paso rápido a uno de los lugares "recreativos" del internado, realmente era para mantener distraidos a los pacientes agresivos, tenían un salón de música, un salón de baile, uno de arte y una cancha de basket, que quedaba al fondo de todas las instalaciones.

- ¿Te averguenza que te vean conmigo, Guanlin? - El chico hizo silencio hasta llegar a la cancha, dónde se lanzó al suelo, sentandose como los indios en medio del lugar, Jihoon lo miró esperando una respuesta.

- Creen que estoy loco...

- Lo estás - Jihoon bromeó, sentandose junto a él.- Estas hablando conmigo, y no soy real, así que sí debes estarlo...

- Cállate, hablas igual que todos aquí...- Guanlin pataleó, molesto, frustrado, se acercó a Jihoon y este descansó su cabeza en las piernas de Guanlin.

- Pero es verdad, sabes que no soy real y que no estoy aquí...

- Te amo, seas real o no, de todas formas una vez lo fuiste- Ambos hicieron silencio, Guanlin sabía que él tenía razón, que quizás no podía seguir así, pero por más que intentara, dolería mucho arrancar a Jihoon de él.- No quiero que te alejes de mi.

- Guanlin, ya no estoy aquí... Debes seguir adelante, lo sabes, debes curarte y salir de aquí para seguir con tu vida...- Guanlin había comenzado a dejar caricias en sus cabellos, pero no podía sentirlos, algo había diferente esa vez, y sentía miedo.

- No quiero, no te alejes...- cerró sus ojos con fuerza, deseando que fuera más real, no había tomado sus medicinas, podía escuchar aún las otras voces, incluso podía verlo y escucharlo, pero no lo sentía ahí.

- No lo haré...- Dijo finalmente Jihoon, aún recostando en sus piernas.

Al día siguiente debía ir de nuevo con su psiquiatra, ya que este le había puesto una tarea, una que por cierto, a Guanlin le había desagradado demasiado.

- ¿Tu tarea, Guanlin? - El chico asintió sacando su libreta, que estaba un tanto mojada y sucia, llena de lágrimas y de sangre de los nudillos de Guanlin.- ¿Estás bien si lo leo en voz alta?- Guanlin negó con la cabeza muchas veces, no quería escucharlo, ya lo había leído una vez, la tarea consistía en leer una noticia que le había dado el doctor, luego pegarla en su libreta y transcribirla a un lado.- Lo leeré en voz alta, Guanlin ¿De acuerdo?- De nuevo negó, sintiendo el nudo formarse en su garganta.

- Es mentira, no quiero escucharlo...- Habló con la voz quebrada, bajando su rostro, pero sabía que el doctor lo leería de todas formas.

- Accidente automovilistico deja dos jóvenes heridos y uno muerto...- Comenzó a leer el doctor, haciendo que el corazón del chico se acelerara, mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos nublando su visión.- Entre los heridos se encuentran Ong Seungwoo, de veintidos años, quien conducía, y Lai Guanlin de diecisiete años de edad...

- ¡Basta!- Guanlin se levantó de su silla, caminando por el consultorio, se pasaba las manos por el cabello, desesperadamente, el cuarto se tornó gris oscuro, y allí estaba Jihoon, parado junto a él, mirandolo con ojos de preocupación.- ¡No es cierto, no es cierto! ¡Es mentira, todo lo que dice es mentira!- Jihoon puso una mano en su hombro.

- Ya no estoy, Guanlin- Jihoon repitió las mismas palabras que le había dicho el día anterior.

- ¿Quieres leer tú lo que sigue? - El doctor lo miró, extendiendo la libreta hacia él, la tomó con sus manos temblorosas, observando el artículo.- Léelo.

- Léelo...- Jihoon le dijo con una sonrisa triste.

- Lai Guanlin de diecisiete años de edad...- Su voz se quebró y las lágrimas comenzaron a caer por su rostro.- El f-fallecido... Park Jihoon de diecinueve años de edad...- Terminó de decir, dejando la libreta a un lado, mirando a Jihoon, quien seguía a su lado. - No quiero, no quiero que se vaya... Lo amo...- Habló, quizás más para Jihoon que para el doctor, más para sí mismo y para Jihoon que para el doctor. Sentía dolor, y no estaba dispuesto a arrancarlo aún, él quería seguir viendolo, aunque fuera solo parte de su imaginación.