Capitulo 1

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Baje las escaleras una por una, con un paso lento ya que no tenía tanta prisa por saber qué es lo que dirían mis padres.  Termine de caminar las escaleras y seguí con dirección hacia la cocina en donde se encontraban ellos sentados, con sus maletas, sus miradas eran serias y preocupantes. Mi primera idea fue “Se irán de nuevo” Rodee mis ojos sabiendo que eso sería lo que nos dirían, es estúpido pensar que ellos pudieran pasar al menos una navidad con nosotros. Tengo un hermano menor llamado Austin, tiene 9 años es con el que paso meses enteros, sin supervisión paternal alguna, es duro ser una adolescentes y tener que cuidar a tu hermano menor, sinceramente amo a mi hermano pero  quisiera ir a fiestas, pasar con mis amigas más tiempo, pero no se puede gracias al poco tiempo que están en casa y sus malditos trabajos.

-Nicol, siéntate ¿Y Austin? –Pregunto ella, durante yo me sentaba en la silla.

-Ya vendrá –Dije. Mi mirada estaba perdida en mis dedos, mientras estos jugaban entre sí. Mi padre solo me miraba impaciente, e hizo caso omiso.

-¡Ya vine! –dijo juguetón con un videojuego en sus manos, en realidad no lo pude diferenciar no se mucho sobre esos artefactos.

-Bien, había algo que queríamos decirle –Mi madre,  giro su cuello, para poder ver a mi padre que estaba a punto de hablar. Se notaban los nervios de él, siempre  pasa lo mismo cuando se van, le da un terrible ataque de pánico que lo delata.

-Nos tendremos que ir- interrumpí y bufe. Las miradas de mis padres fueron directas hacia mí, su enojo se mostraba en sus ojos, llenos de ojeras gracias al esfuerzo que desgastaban en sus trabajos.

-Trabajamos para que tengas cosas mejores Nicole, deberías agradecernos –Y empezó nuevamente mama con su discurso de veinte mil páginas. Yo comencé a ver a los lados, sabía que eso era descortés, pero tenía que hacer algo para que dejara de hablar.

-¡Nicole merecemos respeto, somos tus padres! –Grito mi padre, mientras se levantaba de la mesa agitado. Nunca había visto a mi padre de esa manera, él es tranquilo, y siempre hablaba con voz suave tratando de dialogar, antes de gritar, pero ahora creo que lo hice explotar, su paciencia se espumo.

-¿Ahora vez como es tu hija? ¿Ahora me entiendes no? Mi madre haría un buen trabajo para que nos respetara. -Le dijo ella  a mi padre. ¿Mi abuela vendrá a cuidarnos? Qué bueno  al fin encuentro una rosa, en este camino lleno de espinas-Susurre, o más bien no lo hice, ya que todos los presentes en el comedor, me pudieron escuchar.

-Nicole deja de decir metáforas estúpidas –puso su mano en su cara en muestra de decepción y con la otra se sostenía en la mesa. Retiro su mano del rostro & empezó a dar leves golpes con sus dedos, Asia la madera, y podíamos escuchar estruendos suaves. Ella trago saliva, y mi padre tenía sus manos en puño, colocadas sobre mandíbula.

-Su abuela vendrá –Interrumpí

-¡Gracias mama! Escuchaste eso  Austin, la abuela! –le susurre a mi hermano y el solo reía. Mi madre asintió al ver nuestro reaccionar.

-Vendrá su abuela & los llevara a Holmes Chapel, para que pasen navidad con sus primos.-Cruzo sus brazos y se dio la vuelta. Nuestras caras cambiaron completamente. Impresión, miedo, pero sinceramente a mí, me inundaba coraje.

-¿Por qué harás eso? Nunca nos preguntas nada, solo lo haces, solo haces lo que tú quieres, y nunca lo que está bien.

-Lo que no estuvo bien fue mimarlos tanto, mírense ahora, ni a sus padres respetan. Esa será la única forma de que sean jóvenes de bien.

-¿Jóvenes de bien? Disculpa, pero necesito aprender valores, ya que nunca han pasado conmigo desde pequeña, además tengo que criar a mi hermano menor.  Qué esperas de mí, Si no hay buenos padres, ¿qué esperas?-Lagrimas me inundaron, no sabía qué hacer en ese momento, si enojarme con ella más de lo que estaba o calmarme y escuchar sus consejos.

-Se irán por la tarde, su abuela vendrá por ustedes –ella cogió su maleta y salió fuera de la casa, subiendo estas al baúl del taxi, el que estaba estacionado en el jardín.

-Adiós! Cuídense -Dijo mi padre regalándonos una sonrisa a mi hermano y a mí.

Salió y cerró la puerta, se escuchó como el motor del auto rugió y en un instante, el taxi ya no se encontraba en el jardín, Bufe. Voltee abajo y vi a Austin abrazándome con lágrimas en sus ojos, mi corazón se partió en dos, odiaba ver tan triste a mi hermano, y todo por culpa de ellos. Me puse en cuclillas para quedar en la misma altura de él, y pase mi mano por su rostro limpiando con ella sus lágrimas que de un momento a otro dejaron de salir.

-Mírale el lado bueno mi abuela vendrá por nosotros, y por fin conoceremos a nuestros primos-Dije con una sonrisa, moviendo mis manos como una loca, todo porque este feliz.

-Quiero ver a mi abuela –Dijo él mientras agachaba su cabeza y yo asentí.

-¿pero sabes que más quieres? –pregunte mientras le hacía cosquillas.

-¿Qué? Dijo el inocentemente

-Un helado! –dije mientras me devolví a mi altura normal

-Enserio? –pregunto entusiasmado

-Sí, vístete e iremos a comprar uno

-Gracias Nicole! Dijo, y en un santiamén él había desaparecido.

¿Quieres Bailar conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora