El día comenzó y sinceramente no tenía el más mínimo deseo de levantarme, hice el mayor esfuerzo por apagar la detestable alarma, pero mis intentos fueron en vano. Me levanté de mala gana arrastrando mis pies por la alfombra para acercarme a mi armario/clóset donde guardaba mis pastillas para el dolor de cabeza, solo tenía recuerdos vagos de la noche anterior.
Una ducha era la mejor solución, llegué al baño, me despojé de mi ropa y abrí el grifo, el agua caía sobre mis hombros y pensaba en lo de anoche, poco a poco recordaba, me coloqué el shampoo y me refregué, que relajante. Cerré los ojos y me acordé de la fiesta, chicos bailando muy pegados, chicas descontroladas, lo típico sexo, drogas y alcohol. Pero algo tenía que recordar y no podía, finalmente terminé con mi baño, envolví mi cabello en una toalla y con otra mi cuerpo. En 20 minutos ya estaba lista, bajé a desayunar.
Llegué abajo y me tomó por sorpresa ver un gran desayuno, omelette, tocino, una tostada y un vaso de jugo de naranja natural, en menos de 15 minutos ya había terminado todo, busqué mi bolso y coloqué algunos libros de las áreas que tenía en el día. Iba caminando hasta el colegio, ya que solo quedaba a unas 3 cuadras de mi casa. Llegué y sentí un grito de una chica que lo reconocería a kilómetros de distancia, era ella, mi mejor amiga desde la infancia, Addison Williams, compartimos toda nuestra vida desde que tengo uso de razón, me saludó muy contenta “¡Audrey!” Gritó y con la misma emoción le respondí |”¡Hey Addi!”|y le di un abrazo y un beso, entramos al establecimiento y veíamos a todos, apurados ya que se hacía tarde, con Addi no nos hacemos mucho problema en llegar temprano, dejamos que todos pasen y entramos al último para evitar la aglomeración de alumnos, por suerte hoy compartíamos las mismas clases. Llegamos a biología que era la primera área que teníamos y veo un chico que no había visto antes, inmediatamente llamó mi atención y entonces vi esos ojos intensos mieles, estaba sentado al final a la esquina derecha, y con Addi nos sentamos adelante ya que los profesores nos habían prohibido sentarnos al último, pero no podía dejar de ver esos ojos, hasta que sentí un codazo, obviamente proveniente de mi compañera de banco, y entonces de inmediato me doy vuelta y me volteo a verla y le dije:
_“hey! ¿Y eso porque fue?
_ ¡te perdiste mirando al chico nuevo! Te estaba contando de lo que pasó anoche y me estabas ignorando completamente- ella replicó muy molesta
_ ¿pero que hablas? Le respondí con incredulidad.
_ te conozco Audrey, se que te atrae el chico nuevo. –solo le dirigí una mirada sin expresión alguna y miré por la puerta hasta que llegó la profesora, saludó y le devolvimos el gesto, se sentó en su lugar y dió un aviso: |”alumnos, hoy tenemos un compañero nuevo y se llama Justin Bieber “| le dirigió una mirada y una sonrisa, el le devolvió el gesto, todo transcurrió con normalidad hasta que llegó el horario del almuerzo, no tenía mucha hambre ya que había tenido un gran desayuno, pero Addi se moría de hambre, y lo sabía por la forma en que tomó mi mano para ir prácticamente corriendo hacia la cafetería, ella tomó dos porciones de pizza mientras yo elegía simplemente un sándwich de pollo y un jugo de manzana, no podía dejar de pensar en aquel chico, Addison me hablaba y yo solo asentía con mi cabeza y nada mas, hasta que vi esos ojos entrando por la puerta y mis ojos se perdieron por completo admirándolo, mi amiga se percató de eso y solamente se calló, sabía que yo estaba perdida en esos ojos. Me concentré en el y nada mas, estaba perdida en mi mundo, hasta que siento un golpe en mi pierna y de inmediato supe porque era.
“¡ey! ¡Otra vez me ignoras! ¡Por estar mirando al chico nuevo me olvidas! Ella exclamó enfadada- a lo que solo le dirigí una mirada y le dije
“lo siento, pero no se que me pasó” ella solo me dirigió una mirada expresando “esta bien” terminando nuestro almuerzo nos fuimos a nuestra siguiente clase del día, Historia, la detestaba simplemente no le encontraba sentido, pero mas que pensar en la materia en el camino hacia la sala iba pensando en Justin y sus hermosos ojos, llegué a la sala con la esperanza de encontrarlo pero para mi mala suerte no estaba, escuchaba al profesor hablando monótonamente y una que otra cosa entendía pero la mayoría no. Para mi suerte sonó la campana, y teníamos Matemáticas, aunque no lo crean prefería esa área antes que historia, a decir verdad entendía mas matemática que historia. Así transcurrió el día y las materias hasta que por fin sonó la campana que indicaba que ya había terminado la jornada, antes de irme Addi me tomó del brazo y me giró bruscamente y me dijo
-“Hey no creas que te irás así, el viernes tenemos una fiesta” y en ese momento mis ojos brillaron, amo las fiestas. A lo que le respondí:
-“Claro que iremos, no me la perdería, además tengo que compensar lo de hoy, siento haberte ignorado, simplemente no sé que me pasó.” En ese momento alegría irradiaba en su rostro.
-“Ok, vamos a casa” y ese momento empezamos a caminar nos dirigíamos a su casa, hablábamos de cosas de chicas, hasta que ella sacó a relucir el tema de Justin, preguntándome:
-“¿Así que te gustó el chico nuevo? –A lo que empecé a negarle con la cabeza diciéndole
-¡No! No es eso, solo que me gustaron mucho sus ojos, eso es todo y te aseguro que no me gusta- . A lo que ella me respondió con una mirada con los ojos entrecerrados y luego me respondió un “está bien, te creo” de mala gana y cuando menos nos dimos cuenta ya habíamos llegado a su casa, teníamos tarea y como no teníamos nada mas que hacer, realizamos nuestros deberes y le mandé un mensaje a mi madre avisándole que me había quedado en la casa de Addi que no se preocupara al cabo de una hora, ya me estaba llendo a casa, eran las 17.00 cuando llegué y lo que hice fue ir a darme una ducha refrescante y pensar, ¿Dónde estaba mi madre? Nunca estaba en casa, siempre se iba y me dejaba sola, ya estaba acostumbrada, seguro ya estaba bebiendo, ya habría salido del trabajo y estaría en el bar, ella era alcohólica tomaba para “olvidarse de sus problemas” mi padre nos abandonó por otra mujer cuando era pequeña, tendría 6 años, el la engañaba con su secretaria, y desde ese día toda nuestra hermosa vida, familia cambió y ella se las arregló para sacarnos adelante, pero no lo superaba y cada vez que salía del trabajo iba al bar, y me sorprendió esta mañana con el desayuno, el único momento que teníamos juntas era la noche, tarde cuando se le pasaba el efecto del alcohol, y de cierta manera me sentía sola, abandonada, ese era el motivo por el cual amaba las fiestas, me divertía, bebía , bailaba, lo típico, pero lo mejor era que me olvidaba de la realidad en que vivía, la tarde transcurrió y ya estaba cansada, tenía hambre así que me preparé un sándwich lo comí. Y a la media hora fui a acostarme temprano y me sumí en un profundo sueño.