Capítulo 2

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Me desperté por la mañana bien, de cierta manera feliz ¿Por qué? No lo sé, pero tenía un buen presentimiento en el día de hoy, así que fui al baño me refresqué, luego me vestí y como me sobraba un poco de tiempo me maquillé, sin exagerar, solo delineador, rímel y un poco de brillo labial/gloss y bajé a desayunar. No estaba mi madre lo cual era normal para mi pero vi una nota |”Hija, lo siento por no estar, pero estaré en la noche, así que ponte algo lindo e iremos a cenar”| sonreí en el instante en que leí la nota, ella no era así, pero me gustaba de esta manera así que no me quejaba, me coloqué mi bolso y partí para el colegio.

Al llegar a la puerta Addison me esperaba, con un cálido abrazo me saludó y caminábamos hasta nuestras respectivas clases, ella tenía Química y por mi parte tenía biología, entré a la sala y lo ví, sin darme cuenta una sonrisa de formó en mi rostro, una muy torpe para aclarar, estaba sentado, mirando un punto fijo, hasta que vi a Jennifer Tyson, la plástica, zorra roba novios, la perra de la secundaria. Estaba coqueteando con él. Me giré sobre mis talones y me dispuse a sentarme en mi lugar, tirando los libros sobre la mesa larga, haciendo en esta un ruido estruendoso que sacó  todos de lo que estaban haciendo para mirarme, y logré lo que quería. Que la perra lo dejara en paz.

El resto de la mañana transcurrió como siempre, con las aburridas clases, hasta que por fin tocó la campana dando aviso de que era hora del almuerzo. Llegué prácticamente corriendo, moría de hambre y de inmediato voy a la fila para ordenar, pedí una hamburguesa con papas y una sprite. Me voy a sentar en una mesa y busco con mi mirada a Addi, pero no la encuentro por ningún lado, de inmediato empiezo a comer, tenía hambre, y mucha, cuando levanto la vista veo que Justin se acerca a mi mesa y me regala una hermosa sonrisa y me perdí mirándolo, sin darme cuenta me estaba hablando, quedé en completo ridículo, y luego le pregunto |”¿disculpa? No te escuché”| tratando de lucir lo mas casual posible, y solo se ríe y me responde |”solo te preguntaba si me podía sentar a comer contigo”| y asiento con mi cabeza, no trato de mirarlo a los ojos, porque se que me perderé y luciré como una tonta, solo trato de comer y no prestarle atención, hasta que el inicia una conversación:

-Así que… hmm ¿Cómo te llamas? –Me preguntó y alcé mi vista hacia sus hermosos ojos, y sonreí, de inmediato le respondí

-Audrey -No sé porqué pero me sentía  rara, incómoda se podría decir, y me respondió

-Que bonito nombre, yo soy Justin –Un calor recorrió mis mejillas, de inmediato me sonrojé con ese simple cumplido y la verdad no sé, este chico me ponía. Me quedé mirándolo sin darme cuenta de que parecía una acosadora, pero este chico, el, era muy lindo, y podría decir que tiene un buen físico, se le notaba por  la camiseta cuello V que llevaba, en ese momento me dijo |”podrías sacarme una foto, te durará mas”| me guiñó un ojo y me sonrojé, no era capaz de responderle, solo agaché mi cabeza e hice con mi cabello suelto una cortina, para que el no vea lo sonrojaba que estaba, seguimos comiendo en silencio, un incómodo. Hasta que el abre su boca para hablar y suspira, me dijo algo completamente inesperado

-”Lo siento, no era mi intención esa, lo siento si te hice sentir mal” -De inmediato negué con mi cabeza y agité mi mano con desdén, y le respondí

-“No, no tienes de que preocuparte, está bien” y esbocé una sonrisa, a lo que el me dio una sonrisa expresando agradecimiento y luego hablábamos, la incomodidad ya se había ido y charlábamos a gusto, luego nos levantamos y caminamos, me ganaba miradas asesinas de las otras chicas, tenía que decir que Justin es lindo, MUY, era obvio que las otras chicas lo querían para ellas, pero el estaba conmigo, y no lo cambiaría, este chico tiene algo que me encanta, mas que su sonrisa o sus hermosos ojos, tiene algo que me encanta y no se que es, pero lo tenía que descubrir.

Llegó la noche eran las 8 pm y empezaba a buscar que ponerme, según ella era una cena, así que escogí  un simple vestido negro con unos tacones rojos. Me fui a bañar a la media hora estaba cambiándome, luego me alisé todo el cabello y me maquillé, nada exagerado, lo básico.

Mi madre llegó a las 21.30 y nos fuimos, era un lugar ostentoso, estaba decorado como para el presidente. No tenía la mas mínima idea de porque me traía a este lugar, nunca me había mostrado su amor, ni me llevaba a pasear desde que se divorció de mi padre. Se volvió alcohólica, la mayor parte de su dinero era para comprar cerveza o irse a un bar, y lo que le sobraba era para el mantenimiento del hogar y para mi, mi padre no nos daba el dinero que correspondía, así que mi madre empezó a trabajar y estaba ausente siempre, y estaba sola, por lo que iba a fiestas siempre para tratar de olvidar todo por un rato, pero un repentino cambio, y no tengo la mas mínima idea de porqué.

Nos sentamos en una mesa reservada, llegó la camarera y nos tomó la orden, empezamos a hablar, muy cómodamente, me sentía tan bien con ella, a pesar de todo el daño que me causó la amaba y mucho. Empezamos a cenar, cuando veo esa infalible sonrisa a tres mesas de la nuestra, estaba cómodamente charlando con una rubia que no conocía, seguro será la novia. Traté de ignorarlo pero no podía, no quería que esté con ella, sino conmigo ¿Pero que estoy diciendo? ¿Qué me pasa? No somos nada, y estamos lejos de serlo, seguí hablando con mi madre y trataba de no mirarlo. Mientras comíamos le iba a preguntar a mi madre cual era el motivo, porque había cambiado repentinamente, abrí la boca para decir algo pero luego me callé porque no quería arruinar este momento. Ella luego me abrazó y me pidió perdón, sin dudarlo asentí con mi cabeza y le correspondí el abrazo, ella pagó la cuenta y nos fuimos a casa.

Subí a mi cuarto y me despojé de mi ropa y me fui al baño a desmaquillarme, luego me coloqué mi pijama que constaba de un short con una remera grande, muy cómodo. Intente dormir pero era en vano, no podía dejar de pensar en él. ¿Me gustaba? No, tiene novia. ¿Me atraía? Quizás, pero me tenía que sacar de la cabeza esa idea. No me podía olvidar de esa sonrisa, hermosa y sus ojos, mi perdición. Poco a poco el cansancio se apoderaba de mi y ya no podía mantener mis ojos abiertos, luego caí en un profundo sueño.

He changed my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora