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 Caminando hacia su asiento, se ubicó en la cuarta silla de la primera fila, que se encontraba en el salón, de las tres que habia, colocó su mochila en el suelo recostada de su silla y observó las personas que se adentraban en el salón haciendo que el ambiente se llenara de sus murmullos que hacia una conversación entre ellos.

Cada uno en lo suyo sin saludar a todos en general, como ella sabia que ninguno haría. Aún así, paciente observó a todos entrar reconociendo a varios rostros, sonriendo a varios saludos y abrazando a varias de sus amigas que se acercaban. Todos tomaron asiento, los murmullos se fueron apagando hasta que  el profesor Ceballos, quién se suponía que era el encargado, entró saludándo y a la vez tomando asiento en el escritorio que estaba en una esquina del salón, de frente a los estudiantes y cerca del pizarrón. Todo eso para empezar la clase, como todos los días hacia, pero esta vez había algo que nadie y menos la chica indiecita que se encontraba sentada en el cuarto pupitre de la primera fila, menos ella se lo iban a esperar.

El Profesor se levantó y sonriendo dijo: -Bueno, al parecer tenemos a alguien que les alegrará verlo, alguien que no necesita presentación, que se fue hace un tiempo y ha vuelto, Jair puedes pasar- mientras el joven dejaba de apoyarse del marco y se adentraba al salón, varios estudiantes se levantaron a recibirlo, pero desde su asiento lo mínimo que la chica indiecita pudo hacer fue ver a su mejor amiga que la miraba atónita.

Y en sus adentros se desataba algo, un millón de sentimientos, un gran cosquilleo y una pequeña punzada que la hacian recoradar muchas cosas del pasado. Sus ojos color marrón se detuvieron sobre Jair, al parecer habia cambiado, ya no estaba tan delgado como antes, ni tan bajo, muy probable le sobrepasa a ella, su cara ya no tenia los frecuentes granos de antes, ahora estaba más limpia, pero no habia cambiado tanto, su rostro era el mismo y su cabello castaño seguía recostado sobre su frente.

Al parecer habia sido fascinante su sorpresa, muchos lo extrañaban y las risas se escuchaban en el salón por lo que hablaban, pero a la indiecita no le parecía algo bueno, solo trataba de decirse a si misma que no importaba, que las cosas seguirían normal, con él o sin, pero antes de sacar su cuaderno, suspiró y miró a su amiga que no dejaba de mirarla sorprendida, le sonrió y levantó su dedo pulgar para que ella supiera que estaba bien, aunque en el fondo no le agradaba ver a su antiguo compañero.

Luego de que el profesor empezara la clase, las horas pasaron rápidas, como los profesores entraban al salón, así salían. El recreo llegó y desde que el profesor los despachó, cada uno bajó y se fueron dispersando entre las personas y el gran patio que tenían para merendar, jugar, caminar y conversar.

Caminando a su espacio de siempre, algo apartado de todo el medio de personas, la joven de apenas 17 años, indiecita y gordita,  con un pequeño envase de plástico con trozos de manzana verde en la mano, se sentó sobre el frío piso de ceramica, apoyándose de la pared y observando las pocas personas que pasaban de vez en cuando. Su amiga no duró mucho tiempo para llegar, se sentó a su lado, acomodando el vaso de jugo cerca y dándole un mordisco grande a su tostada de queso. Luego de tragar se echó el cabello hacia atrás y se aclaró la garganta para mirar a su amiga y decir: -No tengo palabras para lo que ha pasado, Orianna, crees que es raro que haya vuelto?-

- No, se supone que es su vida, no importa que esté o no, se supone que el es libre al igual que las inscripciones- se detiene y mira sus manos, tratando de olvidar- Creo que no hay ningún problema, como dije no importa que esté aquí es su vida-mira a Bianca y sonríe mostrando sus Brakets, para dar varios golpes en el piso como si estuviera tocando una puerta.

-Okey, entiendo- rueda los ojos al sentir que su amiga esta algo seria, mira hacia algún punto fijo el cual Orianna trata de ver y dando una mordida pequeña a su tostada, habla sin importarle tener comida en la boca -Cambiando el tema, veo que te cambiaste las gomitas de los Brakets-

Mostrando la RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora