Sentía el frío calar dentro de mí cuerpo, tan profundo hasta los huesos, no podía ver nada y sentia la sangre caliente salir por las heridas y correr por todas mis extremidades.
La opresión dentro de mi pecho se hacía cada vez más fuerte el dificultandome el respirar.
-Jimin, por favor amor, no me hagas esto- sus brazos estaban al rededor de mi cuerpo tratando de darme calor y mantenerme despierto, su voz se perdía en el poco espacio que había entre nosotros.
- No quiero volver a estar solo, no quiero mi mundo teñido de rojo si ese rojo es tuyo- besaba mi cabeza, mis mejillas, mi nariz, mis ojos y por último mis labios, aún con todo el dolor que sentía me fue imposible no sonreír ante aquellos delicados mimos, estire mi mano y a ciegas busque su rostro para acariciarlo levemente.
Tenía que verlo por lo menos una última vez, apreciar su pálida piel brillar en la noche, su despeinado y ahora oscuro cabello, perderme en aquellos gatunos ojos, necesitaba ver a mi perdición por lo menos una última vez en el corto tiempo que me quedaba.
Con pesadez abrí los ojos y ahí estaba el, tan perfecto como siempre se veía ante mis ojos, su blanquecina piel levemente roja de tanto llorar, con unas marcas de sangre que había provocado yo al tocarlo, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.
-¿Porque eres tan perfecto Min Yoongi?- le pregunté con una débil voz y una sonrisa coqueta mientras lo veía a los ojos
-Park, no es el momento de decir tonterías, hay que salir de este bosque y curar todas tus heridas- sus tibias lágrimas caían sobre mi rostro mezclándose con las mías.
Junto nuestras frentes y volvió a besar mis labios con dulzura con el sabor de las lágrimas de por medio.
El ladrido de algunos perros y voces lejanas nos hicieron separarnos
-No falta mucho para que nos encuentren...- volteo su vista a los árboles que se encontraban a algunos metros del acantilado en el que estábamos
-Tienes que irte- dije suavemente clavando mi mirada en su perfil
-No te dejare nunca Jimin- me devolvió la mirada- Nunca-
Todo era perfecto hasta hace unas horas y ahora tenía a mi inquebrantable monstruo llorando con mi cuerpo ensangrentado y apenas vivo entre sus brazos...
††Horas antes††
Es diciembre, más exactos el 24 de diciembre, la nieve caía desde el cielo adornando el suelo de un blanco color, aún con toda la ropa que uno se pusiera el frío no se iba por completo, helando la piel poco a poco y haciendo que las articulaciones se sintieran congeladas.
Las copas de los árboles eran demasiado altas y apenas se podía distinguir el oscuro y apenas estrellado cielo, los sonidos que se escuchaban de fondo me hacían estremecer de miedo.
El ambiente de ese lugar se sentía sofocante y tenebroso, tenia firmemente sujetada el arma que se encontraba en mi mano derecha, mientras que mi izquierda estaba entrelazada con la del hombre de mi vida.
Eso se había hecho una costumbre, sin importar en qué situación estemos el tomaría una de mis manos y con la otra atacariamos si era necesario.
-¿Estas bien?- Dejo caer la daga que tenía en su mano para tomar mis dos manos entre las suyas, para después soltar un suspiro sobre ellas.
-Preferiría estar junto a ti en la casa- conteste su pregunta viendo directamente a sus ojos- pero estar en un oscuro bosque como fugitivos de la Policía no está mal- tome una pausa -todo es bueno junto a ti-.
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Monster - Yoonmin
FanfictionEl es un monstruo díganme ¿cómo diablos puedo amarlo? Y dar todo por el