Camino cabizbajo hacia lo que se supone es mi nuevo departamento, el único lo suficientemente económico que pude consiguir después de que me dieran una oportunidad de ascender a un mejor puesto en la policía. No podía quejarme, sin embargo, el saber que estaba dejando de lado a mi familia y que ahora debía aprender a manterme por mi cuenta, hacía que la posibilidad de no lograr mis sueños me aterrara. Si no lo conseguía, tendría que volver a mi ciudad natal y trabajar con mi padre, lo cual no tiene nada de malo, pero no quería dedicarme el resto de mi vida a arreglar autos.Finalmente después de un largo recorrido bajo las frías calles de Seúl llego al edificio. Era grande sin duda, de unos seis pisos y con las paredes de un color beige desgastado por el tiempo. A pesar de ello, no parece el tipo de lugar donde puedas encontrar vecinos que te den la bienvenida o por lo mínimo te dirigen la palabra, pues apenas ingresé, dos tipos en traje me dirigieron feas miradas. Probablemente se deba a que el lugar acogía en su mayoría a estudiantes y adultos que trabajan, los cuales no necesariamente estén animosos de socializar. Aún así espero hallar buena compañía aquí.
Ingreso con cuidado al elevador y saco mi celular para llamar a la compañía de mudanza y verificar si mis pertenencias ya se hallaban dentro. Una vez fuera sigo el camino indicado mientras ubico las llaves en mi bolsillo, pero me detengo cuando escucho un sonido proveniente de al final del pasillo. Me acerco y oigo con claridad un maullido, un gatito color café, el pobre animal se hallaba indefenso y tiritando de frío. Lo tomo con delicadeza y lo sujeto en mis brazos. No parece tener dueño pues no lleva collar alguno.
"Hola pequeñin, ¿no tienes hogar?" le hablo suave para que no tema, "..bien..., ahora tú vendrás conmigo" digo con una pequeña sonrisa pensando en que hallé buena compañía.
No demoro mucho y avanzo por el largo pasillo con el gatito en brazos. Tomo las llaves y abro la puerta que tiene indicado el número 310, mi nuevo hogar.
Entro con cuidado y veo que el lugar es un poco reducido pero lo suficiente grande para mí y mi nueva mascota, quien se encuentra acurrucado. El piso solo es de madera y las paredes tienen un color azul tenue un poco sucio. Lamentablemente las reglas del edificio no me permiten hacer ningún tipo de arreglos. Verifico que mis cosas estén todas y así es. Recorro el espacio, todo parece estar en orden, la sala, el comedor, el baño y mi habitación.
Ahora viene la parte difícil, nunca he tenido una mascota, así que solo voy por una caja y unas mantas para dejar al gatito descansando en lo que busco algo para alimentarlo entre mis cajas.
Inmediatamente después de ello, saco mis archivos del trabajo y me dedico a observar los casos que me han sido asignados esta semana. Me encuentro agotado por el viaje pero si deseo conseguir ese puesto que tanto anhelo, debo seguir. No me he esforzado tantos años en la academia aguantando burlas y humillaciones solo por ser un omega para venir a descansar en momentos como éste. Debo demostrarles a todos que sé esforzarme, que soy fuerte como un alfa e inteligente como beta y no un omega que huye ante cualquier obstáculo.
⚫⚫⚫⚫
Llevo 4 horas aproximadamente revisando los últimos casos y poniéndome al día con los acontecimientos en Seúl que siento ya no dar más. Preparo un poco de té, mi favorito mientras prendo la televisión. Voy cambiando los canales cuando aparece una noticia que capta mi atención.
"Min Suga , asesino a sueldo, vuelve a ser acusado de la desaparición de dos jóvenes betas y la muerte de uno de los jefes de la mafia más grande de la ciudad"
"El caso está siendo investigado por la policía de Seúl y de algunas ciudades en los alrededores debido a que esta red criminal se dedicaba al tráfico de omegas. Este evento reciente junto con los últimos secuestros podría ser una nueva pista pata dar con los responsables"
Jimin había oído hablar de aquello, claro que sí. Era de conocimiento público que los omega, sobre todo hombres, eran vendidos y subastados al mejor postor para ser usados y luego desechados cuando se aburrían de sus cuerpos. Muchos de ellos eran raptados a temprana edad para imponerles sus ideas erróneas y así evitar que en un futuro se revelaran. Lo que aún no encajaba para él era ese tal Min, nadie sabía quien era ni tenía idea alguna de cómo lucía. Era un misterio y sumándole a ello el hecho de que había ayudado de alguna forma a estar un paso más cerca de hallar a los líderes de dicha organización criminal, hacía que sus sospechas aumentaran. Despuésde todo él también era parte de esa escoria de la sociedad que tanto aborrecía.
