Somebody To You (Connor Ball)

Capitulo 2

Recuerdo que fue un día de octubre, hace como 7 años, mi familia y yo éramos nuevos en la ciudad, en cuanto nos inscribieron al colegio, mi hermana, que en ese entonces tenía 7 años y yo 13, se había metido a clases de ballet clásico en el colegio.

Uno de esos días, Isabella iba tarde y mamá me pidió que acompañe a mi hermana. Afortunadamente la maestra no había llegado y había un montón de chicas de diferentes edades y tamaños, todas con una moña en la cabeza y vestidas de rosa. Listas para la clase, cuando deje a Isabella en la puerta me di la vuelta y me dispuse a irme. Una niña apareció corriendo, con el cabello suelto y una mochila en la espalda. No pude verla bien, paso corriendo por mi lado, de su bolsillo sacó un montón de llaves, acertó a la primera y abrió la puerta. Vi que Isabella la abrazo. Todas habían entrado, excepto ella y cuando quiso guardar sus llaves, su mochila se le cayo dejando caer un montón de lápices. Se arreglo el cabello, se arrodillo y juro que quise ir a ayudarla pero algo me hizo quedar ahí, parado como tonto, observándola. Ella no iba vestida de rosa, iba vestida de negro y blanco. Supuse era para llamar la atención. Una señora apareció tras ella, levanto la vista y ahí pude verla. Era linda, no iba a mentir… entonces ambas entraron. A partir de ese día, acompañe a mi hermana todos los días que le tocaba ballet, de 6 a 8 de la noche. No me preocupaba la tarea, la hacia entre clases.

- No puedes entrar…

- Perdón, solo, me perdí.

- ¿Connor eres tu?

- Oh, no la reconocí. Perdone.

- ¿Cómo has estado? – era la maestra de Emma, Dónatela… ya no recuerdo que.

- Bien, supongo.

- ¿Cómo ha estado Emma, creo que logro entrar a la compañía de danza en Paris?

- Bien, eso creo…

- ¿Qué, ustedes terminaron?

- Bueno, ella termino conmigo por Paris.

- No lo creo… no mi Emma, no mi Frappe.

Aquella mujer, la formo desde que Emma empezó a caminar coordinadamente. Exactamente a los 6 años. Sabia que llegaría lejos, cuando empecé a salir con Emma, esta mujer considero que no era oportuno, pero supe como ganármela. Fue un mes entero de ballet intensivo, en que aprendí lo que se necesitaba, todo por poder verla bailar, todo por que ella pudiese practicar y aun así pasar tiempo conmigo.

- Supongo que, Emma lo ha pensado bien. ¿Las cosas entre ustedes iban bien?

- Si, todo estaba bien. De un día a otro se porto frívola y extraña.

- Quizá… bueno deberías hablar con ella.

- No quiere ni verme.

- Dios… ¿Dime, que estas haciendo de tu vida?