Ragoney | OneShots

I. No Estás Solo

"They got the cages,
they got the boxes
and guns.
They are the hunters,
we are the foxes
and we run"
- I Know Places, Taylor Swift

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Agoney camina por el pasillo, tratando de parecer tranquilo y fuerte, por mal que esté o débil que se sienta. Abre su taquilla y encuentra una nota.

"Marica"

Una palabra. Una sola palabra. Él hace una bola con el papel y la tira al suelo. Que más dará, al final solo es una palabra, ¿no? Las palabras no hacen daño.

A sus 16 años, el joven canario sabe perfectamente lo que es ser insultado y odiado por su orientación sexual, que tiene ya clara desde hace tiempo, pero él sigue adelante, completamente solo sin contar a Nerea, la única perso a en la que aún confía. Recela mucho de la gente desde que, hace ya más de 3 meses, dejó a su novio y este mintió a todo el mundo, diciendo que Agoney había intentado besarle y él no se lo permitió. 3 meses. Desde entonces, no habían parado de hacerle la vida imposible.

Nerea siempre le dice que hable con alguien, con su madre, por ejemplo, pero a él le entra el pánico solo de pensarlo, no porque su familia vaya a odiarle o repudiarle, que sabe que no ocurrirá, sino por miedo a decepcionar a la gente que le pregunta cosas, como por ejemplo, si ya tiene novia.

-¡Agoney!-Grita Nerea saltando para subirse a su espalda.
-¡Nerea! No me asustes así por favor.
-Perdón...-Dice ella abrazándole.-¿Aún siguen?-Añade, ella que siempre a tratado de convencerle de que en seguida pararían para darle ánimos.

Agoney asiente y ella le dice lo mismo de siempre. Todos los días igual al anterior. Despertar, instituto, insultos, Nerea, llegar a casa, pasar la tarde, dormir y vuelta a empezar. Nada cambia.

O casi nada.

-Raoul Vázquez. A tu izquierda.-Dice la chica.

La primera reacción de Agoney es fulminarla con la mirada, por miedo a que alguien la haya oído y se de cuenta de que el chico no para de pensar en él y se metan con el pobre chico, que no tiene nada que ver, por su culpa.

Lo segundo que hace es girarse para poder mirarle sin que él se de cuenta de que le está observando.

Raoul es ese típico chico que es guapo pero no alardea de ello, lo que le hace aún más guapo si es posible. Es ese chico que pasa gran parte del tiempo solo por que quiere, ya que es popular sin intentarlo. El que podría tener lo que quisiera solo con pedirlo, el que tiene a todas las chicas haciendo cola para poder pasar un rato con él. El que solo tiene ojos para la única persona que parece no estar constantemente detrás suyo como un perro.

-¿Puedes prestarme 50 céntimos?
-¿Qué?-Pregunta Agoney.
-Yo...-Intenta seguir el rubio, perdiendo toda la valentía que parecía haber reunido.-Necesito hacer unas fotocopias y no tengo dinero y... Mañana te lo devuelvo, en serio...
-Lo que quieras.-Dice Agoney perdido en su mirada.-Quiero decir, sí, sí... ¿Cuánto necesitabas?
-50 céntimos.-Dice Raoul, con un suspiro de alivio.

"Ay, rubio, si le pidieses 100 euros él te los daba igual, aunque no supiese de donde sacarlos..." Piensa Nerea al ver la cara que tiene su amigo.

Agoney busca su dinero y se lo da, con las manos temblorosas.

-¡Gracias! Me has salvado la vida, te debo una.
-Hombre, no será para tanto...

El rubio sonríe sin apartar la mirada del castaño y después corre al interior del edificio, dejando a Nerea y Agoney solos y atónitos en las escaleras del edificio.