X. Carta De Raoul

1.9K 115 83
                                    

CAPÍTULO DEMASIADO, PERO DEMASIADO TRISTE AVISADES ESTÁIS. QUE VÁIS A QUERER MATARME DESPUÉS DE ESTO, PERO NO LO HAGÁIS QUE LOSS DOS CAPÍTULOS QUE QUEDAN A PARTE DE ESTE SON GUAYS.

○○

"The wasted years,
the wasted youth.
The pretty lies,
the ugly truth."
-Teen Idle, Marina and the Diamonds

○○○

Hace ya varios años que conocí a Agoney, siempre habíamos ido al mismo instituto, más de un año incluso a la misma clase, pero nunca habíamos llegado a hablar hasta que un profesor nos puso sentados el uno junto al otro, con 16 años, y me pidió un bolígrafo.

Desde entonces, casi instantaneo, nos volvimos inseparables, teníamos muchas cosas en común y otras muy distintas entre si que se complementaban. Hicimos hasta una especie de "ritual" en su casa, sentados juntos, el uno frente al otro, con nuestras manos tomadas y su salón solo iluminado por las velas a nuestro alrededor.

Vale, es cierto, era muy raro, pero era un gesto bonito.

Juramos que nada ni nadie nos separaría nunca.

"Excepto la muerte." Aclaró él.

Yo asentí, sin darle más iimportancia, ya que él siempre opinaba que la muerte podía acabar con todo, al contrario que yo, que pienso que la muerte no rompe con todo, ya que nunca podrá acabar con los recuerdos de los vivos.

Por eso el olvido me parece más peligroso.

Pero, de todas formas, eramos jóvenes, tampoco era plan ponernos a filosofar acerca de una muerte tan lejana. Teníamos mucha vida por delante. Nos quedaba mucho por vivir.

Al menos, eso creíamos.

Pasamos los años del instituto que aún quedaban así. a veces nos enfadabamos, como pasa en toda amistad real, pero nunca había ninguna pelea que nos separase más de 10 días.

Quizás, todo cambió el año que empezamos a la universidad. Todo era distinto enonces.

Obviamente, llevabamos mucho tiempo planeando que ibamos a hacer, sobre todo yo, que me gusta tenerlo todo organizado, y ese verano lo pasamos casi entero buscando pisos baratos para compartir en Madrid, donde ibamos a estudiar los dos, y, encontramos, casi por casualidaad, uno en la zona que mejor nos venía, muy barato, que compartiríamos con otras tres chicas. Miriam, Mireya y Nerea.

fuimos a principios de Septiembre, poco antes de que el curso comenzase, para conocer a nustras compañeras y hacer algo de turismo. Nustras propias compañeras de piso nos mostraron Madrid con mucho gusto.

Todas eran muy amables y en seguida hicimos los cinco buenas migas.

Nerea teníia una química muy especial con Agoney, y eso llegó incluso a molestarme en algunos momentos, ya que hasta ahora habíamos sido solamente él y yo.

Yo, por mi parte, me llevaba muy bien con Mireya, aunque ella se sientiese un tanto decepcionada al darse cuenta de que ninguno de los dos queríamos tener nada con ella, por muy guapa y amable que fuese, ya que no era el tipo de ninguno de los dos.

Miriam era un espíritu libre. No hay que malinterpretarlo, nos llevabamos también muy bien con ella, auque a veces se comportase como una madre y otras ni siquiera aparecía por el piso en varios días. el resto pasabamos completamente de limpiar los platos, la casa, hacer las camas y, en general, mantener la casa de forma decente, y era ella la que siempre nos recordaba nuestras tareas diarias y la que nos castigaba sin postre y sin WiFi si no hacíamos todo.

Ragoney | OneShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora