Capitulo 3. El Resplandor

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Cuando menos te lo esperas, otra aportunidad llega.

Cuando abrí los ojos, note que no estaba en un cuarto de hospital, tampoco tenía heridas. Me levante, y note que estaba en un cuarto blanco, rodeado de personas con trajes blancos.

Uno de los hombres me tomo de la mano y me estaba llevando del lugar.

-a donde me llevas - pregunte asustado.

-vamos a a ser tu registro de muerte - contesto la persona.

Yo no podía estar muerto, todo se notaba tan real.

-entonces eso significa que no estoy vivo. - pregunte.

-no - dijo la persona - tu estas muerto.

No podía creerlo. Llegamos a una puerta donde estaba un hombre alto con bata y traje blanco.

-aquí tenemos otro muerto - dijo el hombre que me llevaba de la mano.

-no - grite desesperado - yo no puedo morir.

Estaba desesperado. Todos se me quedaron viendo.

-dime - dijo la persona de la puerta - por que no puedes morir.

-y mis amigos - respondí - los dejare solos, al igual de mi familia.

El hombre se me quedo mirando y me dijo.

-estas seguro que ellos estarán mal sin ti.

Me quede pensando, y le dije.

-claro que si.

-okey, okey - dijo el hombre, y me saco del lugar.

Me estaba llevando a un busque donde en medio había un poso con mi nombre.

-que es esto - pregunte.

-este es el poso de tu alma-dijo el señor - en ella podemos ver todo lo que ases.

Me quede mirando al señor con un miedo, y una tranquilidad.

-vamos - dijo el señor - observa lo que hay dentro.

Me acerque lentamente al poso. Cuando llegue me vi ami en una cama de hospital, con unos doctores a mi alrededor.

-bes a los doctores - dijo el señor.

-si - respondí - claro que los veo.

-los doctores te están dando por muerto - dijo el señor.

Me quede viendo al señor asustado.

-no te preocupes - dijo el señor - te daré una semana para que te des cuenta de quienes estas rodeado en realidad.

-pero como - pregunte.

-estarás una semana en coma - dijo aquel señor - tu cuerpo andará en la tierra como un alma en pena.

Estaba confundido, no entendí nada.

-pero como le are - pregunte.
-tendrás un ángel de la guardia - dijo.

-y quien sera - pregunte.

-eso lo tendrás que descubrir tu - dijo el señor - bien estas listo.

El hombre trono los dedos, y la maquina del hospital comenzó a andar de nuevo.

El señor me tomo del hombro y me dijo.

-así por cierto, en realidad soy san Pedro.

Me quede viendo a aquel señor con temor.

Entonces el me empujo adentro del poso.

-espera - grite desesperado.

Miraba como caía ala tierra. Justo antes de llegar todo se trono oscuro.

Estaba todo a dolorido, y cuando abrí los ojos

verdad en coma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora