Capítulo 1

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12:07 am, Martes. Cada noche, a la misma hora, en el mismo lugar.

Un muchacho alto y de cabello negro, con una profunda mirada, un ser encantador, pero con muchos secretos que quizá solo la luna los conozca.

Y puede que algún día llegue a contárselo a las estrellas.

Con la capucha de la chaqueta puesta, vestido de negro, como siempre, sale apresuradamente con destino a aquel lugar que acostumbra a ir desde que tenía 6 años. Aquel lugar que odia con toda su alma pero tiene que recurrir. Por necesidad. 

Con algunas lágrimas en los ojos y luchando por pasar rápido aquel sendero lleno de rocas de distintos tamaños se arrodilló y tomó una de esas, ¿Por que lo hizo?: 

-Nisiquiera él lo sabe. 

 Al llegar al lugar se sentó junto a la tumba de la mujer a la que tanto amó, la que era cómplice de todo. La mujer que le dió su juventud, aquella que le compartió casi su vida entera.

No tienes idea de la falta que me haces. -Murmuró en sollozos.Extraño cada parte de ti mamá. quisiera poder retroceder el tiempo y que vuelvas junto a mi. Sería la mejor y más inteligente decisión. Porque simplemente sin ti, No soy nada.Ya era hora de que Evan regrese a casa, sin siquiera una respuesta o comentario alguno de su madre, porque claro no oímos a los muertos. Pero desde sus adentros el sabía que mamá se compadecía. Se levantó y empezó su retorno a casa caminaba con lentitud y a medida que iba avanzando empezó a limpiar cada lágrima con la manga de la chaqueta. Mientras lo hacía los recuerdos junto a su madre invadían su mente.

Evitó recordar aquel maldito día en que ella soltó su pequeña manito, para acto seguido tomar su vientre, y en un lapso de cámara lenta ir cayendo. Pero le fue imposible, ese día todo cambió , lo que para él fue "perfecto" se convirtió en su pesadilla de por vida. "Aprender a sobrellevar la vida sin la persona que más amaba era casi imposible.Si, Evan en algún momento de sus cortos 18 años pensó en hacer eso, si ese acto al que le llaman suicidio al que muchas personas recurren no por querer llamar la atención como muchos piensan, si no porque dentro de ellos hay algo que los detiene a seguir luchando pero no, no lo hizo, no porque no tuvo el valor, si no porque por algo se dice que Dios pone las batallas más difíciles a sus mejores guerreros.    Y el verdaderamente lo creía.

Noches Sin LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora