Amor incondicional

Capítulo 29.

Después de que Yuuri y Minami terminarán de hablar decidieron que era tiempo de ir a sus respectivas casas el japonés y el ruso se ofrecieron a llevar al rubio de mechón rojo a su casa, pidieron un taxi para irse si bien la casa de Minami no estaba lejos de la Universidad pero por su estado no podía caminar, todo el camino fue en completa calma en un ambiente tranquilo sin tensión entre ellos pero aún había muchas dudas por parte de Yuri.

En cuanto llegaron a la casa de Minami lo dejaron y la pareja se retiró rumbo a la casa de Yuuri, las calles estaban un poco desiertas y el clima estaba en completa calma dejando que la pareja caminara tranquilamente tomados de la mano admirando el cielo.

-Este día a sido muy complicado- Yuuri rompió el silencio que se había formado entre ellos llamando la atención del de ojos esmeralda.

-Ya lo creo- Yuri miro al pelinegro mientras este miraba hacía el frente.

-Pero me da gusto saber que estas a mi lado dandome tu apoyo en todas estas situaciones- el de ojos marrones volteo a ver al rubio mientras le sonreía provocando un notorio sonrojo en sus mejillas.

-Siempre estaré a tu lado apoyándose en cualquier circunstancia tienes que saber que no te vas a librar de mi- Yuri paro haciendo que Yuuri se detuviera y lo jalo para que quedarán frente a frente uniendo sus labios en un beso lleno de amor.

Después de unos minutos se separaron por la falta de aire dejando ver sus sonrojos que adornaban sus mejillas, se miraron a los ojos y los dos formaron una sonrisa en sus labios sin dejar de mirarse en ningún momento.

-Será mejor que nos vayamos- el ruso rompió el aura que se había formado entre ellos provocando que el japonés sólo asintiera-Entonces sube- Yuri le dio la espalda a su pareja para que subiera a su espalda, Yuuri con nervios logró subirse recargando su mentón en el hombro del ruso.

Todo el camino fueron en completo silencio disfrutando el momento que se había formado entre ellos, en sus pechos se sentía una hermosa calidez como la primera vez que Yuri lo había cargado, sentían como sus corazones latian a una gran velocidad como si estuviera sincronizados sentían una inmensa paz y todo a su alrededor había desaparecido siempre que estaban juntos pasaba lo mismo su mundo sólo se volvía ellos dos y sus corazones se conectaban más.

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Llegamos a mi casa y todas las luces estaban apagadas tan tarde era para que nadie estuviera despierto, despacio me fui bajando de la espalda de Yuri y busque en mi pantalón mi celular para poder ver la hora cuando la vi mis ojos se abrieron de sorpresa eran las 12:00 de la madrugada tan rápido se había pasado el tiempo.

-Katsudon creo que es hora que me vaya- la voz de Yuri me saco de mis pensamientos haciéndome voltear a verlo.

-No, tu no irás a ningún lado- mi voz salió con seriedad tomando por sorpresa a Yuri que enarco una ceja-E-es que ya es muy tarde y no creo que sea muy buena idea que te vayas sólo.

-No tienes nada de que preocuparte Katsudon estaré bien- me sonrió como sólo lo hacia conmigo haciendo que los mejillas hirbieran.

-Por favor Yuri quédate- lo vi de forma suplicante y el piso cara pensativa.

-Esta bien- soltó un suspiro en forma de rendición y mi sonrisa regreso provocando que el rodará los ojos al saber que lo había vencido con sólo una mirada.

Entramos a mi casa sin hacer mucho ruido tratando de no chocar con ningún mueble pues estábamos subiendo las escaleras a oscuras porque no quiera despertar a nadie, abrí la puerta de mi habitación y está vez si prendí la luz para poder buscar una muda de ropa para prestarle a Yuri.

-Oye Katsudon- mire de reojo a Yuri haciéndole una señal con mi cabeza para que siguiera hablando mientras yo seguía buscando la ropa-¿En donde dormire?

-Aqui- me gire para darle la muda y me encontré con su mirada sorprendida dándome cuenta de lo que había dicho haciéndome sonrojar.

-Entonces dormiremos juntos- avanzó con cautela hacia mi sonriendome de medio lado y viéndome como si yo fuera su presa retrocedi unos pasos pero choque con mi armario, el ya estaba frente a mi y se acercó a mi oido y me susurró-Tranquilo no te are nada.

Me tense un poco ante la cercanía y sólo escuche como Yuri soltaba una carcajada mientras se metía al baño, me quedé viendo un punto fijo esperando a que mi corazón se tranquilizara, me cambié lo más rápido que pude y me metí a la cama dándole la espalda al baño.

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No sabía cuanto tiempo había pasado pero ahora mi Katsudon dormía profundamente acurrucado en mi pecho sentía su respiración tan serena que me permitía relajarme un poco, no quería dormir pero sabía que en cualquier momento el sueño me venceria de nuevo y de nuevo las pesadillas me invadiran dejando que de nuevo mi Katsudon me viera de esa manera no quería que lo hiciera sabía que el era diferente al resto del mundo el era especial pero no sabía que reacción tendría si alguna vez supiera mi pasado sabía que le estaba ocultando algo tan importante pero no podía revelarselo.

-Te has metido muy profundo en mi corazón que ahora tengo miedo de perderte a ti también- susurre esas palabras al aire mientras acariciaba su cabello y no supe en que momento me quedé profundamente dormido.

Sentí la luz del sol dar en mi rostro pero me rehusaba a abrir mis ojos cuando no pude más solté un gruñido y poco a poco fui abriendo mis ojos encontrandome con un rostro tan relajado y con un aspecto hermoso que poco a poco abrió sus ojos encontrandose con los míos.

-Buen día Katsudon- acaricie su mejilla y el me regaló una hermosa so risa que me hizo sentir que mi corazón latía fuertemente.

-Buen día Yuri- se acercó a mi depositando un vasto beso en mis labios, cerre mis ojos y como si me  mente hiciera clic me di cuenta de que no había tenido pesadillas comencé a darle vueltas al asunto cuando un grito me interrumpió.

-¡¡Yuuri!!- la puerta se abrio estrepitosamente dejando ver una mujer de 30 años muy parecido a el Katsudon que ahora nos veía muy sorprendida-¿¡Que está pasando aquí!? ¿¡Quien es el y que hace en tu cama!?

-M-mari-nisan n-no es lo que crees calmate- el Katsudon se sentó en la cama y yo hice lo mismo dándome cuenta que detrás de es mujer salía Viktor con un pequeña sonrisa.

-¡Yuuri Katsuki te quiero en 5 minutos en el comedor junto con el! ¡Nos debes una explicación a mis papas y a mi!- termino de hablar y se dio media vuelta yéndose echa una furia.

-Están en problemas- Viktor nos sonrió con burla y se fue con su semblante divertido frunci mi ceño pero me acerqué al Katsudon y tome su mano llamando su atención sonriendole haciendo que sonriera, sabía que tenía que darle mi apoyo en esto y también sabía que este desayuno no sería nada tranquilo.