2.

5.8K 561 264
                                    

Los niños no tienen que andar tan de noche afuera.

—Buenos días para mí.

Una sonrisa amplia y falsa se asomó por su rostro cuando puso un pie fuera de su casa, listo para dirigirse a la universidad. Iba aferrado a su mochila de conejitos rosada claro, pateando una piedrita desde su casa hasta su destino, como siempre.

Sin omitir que esta vez va con los ojos sumamente rojos de tanto llorar en la noche pasada, ni siquiera se fijaba por dónde se paraba de tan mal que se encontraba. El sólo sabía que tenía que llegar a la universidad y listo.

Se siente como un peso muerto, destrozado. Tal vez, demasiado destrozado.

Quiere morir más rápido ahora aunque sea muy cobarde para hacerlo por su cuenta. Situación que le hace reír amargamente por lo jodido que está.

Pero JiMin jamás llegaría con esa faceta a la universidad, por eso esa amplia sonrisa en su rostro. Porque él es fuerte.

No obstante, sus ojeras y ojos rojos no ayudaron mucho en este día para fingir estar bien.

Pero él puede con esto.

Es verdad que JiMin es su propio entusiasta hace años. Porque todo estará bien, pronto. Y lo pensará hasta el día de su triste muerte, porque quizá lo bueno para él lo espera al otro lado de el silencio.

.

.

.

En éstos momentos el peli-rosa se encontraba caminando con la cabeza agachada mientras pasaba por el campus de su facultad, sonriendo al recordar que ayer su hermanito le había dado un dibujito de un corazón gigante; el pequeño le dijo que así de grande era su amor por él. Muy lindo. Siempre lo hace sonreír su chiquitín.

Pero como siempre, las sonrisas acaban.
O bueno, todo lo que tenga que ver con paz en la vida de JiMin, acaba.

Estaba subiendo los escalones del campus tranquilamente hasta que sintió cómo alguien lo empujó y su pequeño cuerpo cayó de bruces al suelo.

—¡Oh no! ¡La niña se cayó! ¡Enséñame te ayudo! —extendió su mano viéndose preocupado.

"No JiMin..

No caigas..

Te dijo niña...

Será malo contigo..

JiMin, no.."

—Vamos, no te haré daño..—le sonrió lindamente.

Al diablo.

Por un momento JiMin pensó que tal vez, sólo tal vez el chico se sintió mal por hacerlo. O quería que cayera en una trampa.

La sonrisa cargada con socarronería disimulada de parte de el chico aseguraba la segunda opción.

No perdía nada, sinceramente.

Así que sus dudas fueron contestadas cuando tomó de la mano al chico.

Se estaba levantando, el chico lo soltó y JiMin volvió a caer de pompas al suelo.

Todos rieron.

Todos gritaron.

Todos se burlaron.

Todos lo grabaron.

Todos lo avergonzaron.

Todos lo humillaron.

"JiMin, qué cabeza hueca eres."

Baby? ♡ [국민]    //Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora