Arrebatarle la camiseta a Yoongi fue tan fácil como quitarle un dulce a un niño. ¿Porqué todo estaba siendo tan fácil? De seguro el destino quería que Hyung y yo estuviésemos juntos.
Hace ratos había dejado la camiseta en la enfermería, según Mon, el arma ya estaba en los vestidores frente a la piscina, ya que como está apartado del colegio en general, allí no hay de -tector de metales, y de paso me quedaba camino al cerezo. "Como matar a dos pájaros de un tiro".
Toda la confianza que tenía se esfumó cuando entré en el lugar indicado.
— Sé que fuiste tú. Jimin me dijo que se encontraría contigo. — tragó saliva tan ásperamente que incluso yo lo escuché. — Habla. ¡¿Dónde está?!
¿Miedo? Claro que no. Me resbalaba si sabía que había matado a Park. No me jodía matarlo a él también. Pero sólo una cosa me incomodaba, el tiempo.
Necesitaba matar a Hoseok más posible antes de que Hyung llega -ra al cerezo, Hyung era lo importante.
Entonces la ví, el arma reposaba en una de las bancas frente a los casille -ros. Corrí hacia ella y apunté a Min, estaba a menos de un metro de mí.
— B-bájala. — se mostró atemorizado, eso provocó que soltara una carca -jada.
Por más que quisiera dispararle, no po -día, el arma haría ruido, así que solame -nte me arriesgaría con Hoseok, si lo ha -cía ahora, me atraparían antes de lo previsto.
Cuando le ví oportunidad salí corriendo, si había algo en lo que Min no era bueno, era corriendo. A unos metros, lo ví, los ví. Corrí aún más, quería estar lo suficientemente cerca como para verlo caer en el suelo, y desangrarse frente a mí, nadie se interpone entre Hyung y yo.
"Hyung es mío."
El arma se deslizó por el césped, caí tendiéndome por completo en el suelo. Según lo que pude divisar era una de las profesoras la que estaba a mi lado, y encima de mí, por el traje, uno de los del aula de Taekwondo.
No puede ser, Jung ha ganado.
Éste miraba perplejo, por lo que imagi -né ya que desde mi posición solo veía sus zapatos, estaba inmóvil.
Un sonido fuerte me aturdió. El arma había sido disparada.
Una. Dos. Tres veces.
Sentí como el peso de mi espalda era despojado. Confundido miré a mis espa -ldas, y mi corazón se volvió a acelerar.
"Como la primera vez que te ví."
Taehyung tenía el arma entre sus manos y sonreía eufórico, sus ojos se posaron en mí. Dejó caer el arma y me tendió la mano.
— Tomaré todo lo que has hecho como una confesión y sí, te acepto.
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N o t a F i n a l ✦
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Si haz leído hasta aquí te agradezco y espero que lo hayas disfrutado tanto como yo disfruté hacerlo. A
