VI

463 16 2
                                    

Desperté entrecerrando los ojos por la luz del sol que atravesaba la ventana, después me di la vuelta para ver un espacio vacío a mi lado, Taehyung no se encontraba. Quitándome los nudos del pelo, revisé mi teléfono y vi por la pantalla que eran las 9:09 a.m, pero como era sábado no tuve que preocuparme por la escuela.

¿De verdad había dormido tanto?

Habían pasado dos meses desde que dormí por lo menos 8 horas sin pesadillas. Al guardar mi teléfono en el bolsillo de la sudadera de Taehyung, me levanté y me dirigí a la puerta de la habitación para después abrirla y salir.

—Buenos días cariño— dijo Halmeoni, saludándome.

—Buenos días, y gracias por dejarme pasar la noche.

—No es nada en realidad. Estoy contenta de ver que Taehyung se lleva bien con la gente de nuevo— dijo, riéndose entre dientes.

¿De nuevo?

—¿Taehyung era diferente antes?— pregunté con curiosidad.

La sonrisa de Halmeoni se entristeció un poco y asintió.

—Bueno, ya sabes, desde que sus padres fallecieron, él ha sido un niño tranquilo. Todavía tenía amigos en aquel entonces, pero desde que uno de sus amigos se suicidó, ha estado bastante lejos de todos.

Mantuve una sonrisa que no llegó a mis ojos y forcé a que no se formara un nudo en la parte posterior de mi garganta. Ese amigo que mencionó era Jungkook. Los dos deben haber estado muy unidos para hacer que Taehyung esté en un estado aislado. Y el hecho de que los padres de Taehyung hubieran fallecido me entristecía aún más. Puesto que yo se mejor que nadie cómo se siente cuando tus padres fallecen.

¿Esa era la razón por la que había tratado de saltar desde la azotea ese día?

Me alegra saber que tiene un amigo— sonrió. —Solo quiero que sea feliz de nuevo.

—No te preocupes Halmeoni, lo haré feliz. Me quedaré a su lado sin importar nada y lo haré sonreír— dije. —Te lo prometo.

Rechacé amablemente el desayuno que Halmeoni me ofreció, diciéndole que mi familia probablemente me estaba esperando. Y así, todavía con la ropa de Taehyung, le dejé una nota en su habitación y me dirigí a mi casa.

•••

—¡Jeon Hyera!

En el momento en que entré en la casa, me golpearon en la cara con una almohada. Retrocedí unos pasos, levanté la almohada y le lancé una mirada al chico que la arrojó. Yoongi oppa se encogió de hombros y me devolvió la mirada.

—¡Me entró un resfriado terrible por buscarte ayer!— Supuse que su nariz estaba bloqueada ya que su voz no sonó tan clara.

—Si, si. ¿Dormiste bien?

—Sí, en realidad. Dormí durante ocho horas seguidas— dije, dirigiéndome a mi habitación.

Yoongi oppa me dio una mirada divertida.

—Wow, nunca supe que Jimin tendría ese efecto en ti.

Me detuve en seco y le di a mi primo una sonrisa incómoda.

—S-si... yo tampoco lo sabía— mentí. —Y voy a salir un poco más tarde... ¡¿ok?! — Grité y corrí a mi habitación.

Me cambié en una camiseta blanca suelta y la metí con un ove rol de mezclilla. Me cepillé el pelo y até mi flequillo en un moño alto, junto con algunos mechones de pelo. Puse la ropa de Taehyung en la canasta de lavado junto con mi uniforme y bajé las escaleras otra vez.

purpose | k. thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora