Y así nos quedamos, balanceándonos en un punto medio, sin movernos de ahí, ni un poco para adelante mucho menos para atrás. Solo estamos en ese punto donde ambos tenemos miedo de hacer algo mal, en ese punto en el que ambos no tenemos idea de qué decir o hacer, es solo que todo se quedó ahí. No estamos mal, pero no estamos exactamente bien tampoco. ¿Sabes que es lo peor de todo esto? Que nos estamos consumiendo, estamos ahogándonos en nuestros propios pensamientos y recuerdos. En estos momentos nosotros decidimos si nadar o hundirnos, decidimos si seguir adelante o rendirnos ahora. Creo que con lágrimas en los ojos he podido decir que estoy bien aunque no sea así, creo que cuando más rota he estado nunca sé lo he querido demostrar a nadie. ¿Como pude ser tan tonta? Yo solo debo ser mi primera prioridad, no puedo dejarme sola, no puedo abandonarme, no puedo permitir que me rompan, no puedo permitir que alguien llegue más allá de lo que yo quiera, porque tal vez tú solo conoces la parte que yo quiero que tú conozcas, pero no sabes quien soy en realidad, no sabes lo fuerte que he sido tanto tiempo... ni siquiera yo me conozco completamente
