Solo Amigos

Capítulo 2: Veinte Preguntas

Pov Sam

Ya había termina la clase del profesor barbudo que por cierto se llama Ricardo.

Ahora, me encontraba al lado de Connor para ir juntos a comer, exactamente no sabía donde quedaba la cafetería, por ello él se ofreció a llevarme.

- No pienses que en esta cafetería la comida es extremadamente deliciosa

- En las películas de novela juvenil siempre la comida de ese lugar es lo contrario a apetecible, por eso pensé que este instituto no sería la excepción - de cierto modo era muy cierto ¿Alguna vez han visto Liv y Maddie? El quien lo haya visto de seguro me entiende.

- Solo lo digo para no ilucionarte, pequeña fiera

- Me sorprendes Connor, hace pocas horas me decías Sammy, cosa que por cierto odio y ahora me dices pequeña fiera. Me sorprendes y mucho.

- Amorcito - gruñí - digo Sammy - volví a gruñir - que te puedo decir- resopló - tengo una gran creatividad al poner apodos a la gente, si te incomodan tanto los que te pongo me puedes decir con toda confianza y no te preocupes, yo buscaré otro- me dijo eso con una gran sonrisa en sus labios

Primero no es que me incomodasen, solo los odio porque asimilan como si fuera alguien infantil y ¿yo soy así? Pues claro que no , cuando quiero puedo ser un angelito pero cuando me lo propongo hasta al mismo diablo le puedo joder la vida. Y segundo ¿no creen que es mucha confianza? Digo, solo lo conosco hace pocas horas.

- ¿No me puedes decir solo Sam? No cuesta mucho pronunciar la palabra, solo es una S , después la A y finalmente la M y así se forma SAM

- Si quiero algo más que una amistad contigo tengo que llamarte de una forma tierna, no quiero ser de esas personas que llaman a sus parejas por esos típicos apodos Mi amor, mi vida , mi cielo ¡Vamos tenemos que ser diferentes, únicos!

- Pero no somos una pareja - recalqué esa palabra

- Sammy, tú no te preocupes, pronto lo seremos - me brindó una sonrisa cálida

- Que no me llames así porque te jur... - no pude terminar la frase porque un cuerpo chocó con el mio con tal fuerza que casi provoca que caiga de trasero, por suerte me agarré del brazo de Connor y con eso pude estabilizarme.

-¿Estás bien? - Connor me miraba con el seño fruncido

- Si solo es que... estoy bien - terminé por solo decir eso

Seguimos caminando y pasamos por un pequeño jardín ¿tan lejos quedaba la cafetería?

- Oye - golpeé suavemente el pecho de Connor - ¿tan lejos queda la cafetería?

- Sam, solo hemos caminado un par de minutos y a eso le llamas lejos? - me preguntó con una ceja alzada

- Por eso te digo ¡Hemos camiando por más de dos minutos! - exclamé - y no creas que no me he dado cuenta que por fin me llamas Sam

- Seguí caminando pequeña peresoza - sentenció

Y sin más que decir seguimos caminando en completo silencio para nada incómodo.

Hasta que por fin llegamos.

Connor como todo un caballero abrió las puertas de la cafetería y me agarró de la muñeca. Me sentí incómoda ante su tacto pero me quedé callada.

Él nos guió hasta una fila en la cual había mucha gente, agarramos unas bandejas y fuimos al final de la cola dispuestos a esperar la comida.