Tres

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Jimin (1 año y medio)

Se podía apreciar a un bebé de mejillas regordetas, con sus piernitas cortitas que intentaba llegar hasta aquella dulce voz que le alentaba para que siguiera adelante, daría todo por verla feliz.

-Bien hecho mi amor, vamos jiminnie sigue así - tan dulce como la miel era esa melodiosa voz- tan sólo unos pasos más cariño, lo lograrás.

Así el pequeño cuerpito de aquel niño fue acercándose cada vez más hasta lograr llegar a los brazos de su amada madre. Fue recibido por unos cuantos besos, sonrisas y lágrimas de felicidad. Pero eso no duró demasiado ya que se escuchó como alguien azotaba con furia la puerta, los dos sabian muy bien de quién se trataba.

-Mujer vienes ya para acá y me traes una cerveza, ni se te ocurra escapar otra vez.  -decía con un tono demandante, sin una pizca de consciencia-

-Y-ya voy... - dijo en un hilo de voz, se había vuelto pálida, la felicidad se volvió tristeza y miedo-.

Se dirigió hacia la cocina lo más rápido que pudo, revisó los estantes sacando unas bebidas para su "esposo" le sirvió en un vaso, medio temblando. Él sin más agarró la bebida como si dependiera de su vida, termino de tomar y la sujetó del cuello  asfixiándola, como si la quisiera matar.

-Que te dije de ese mocoso de mierda eh! Como puedes decir que es mi hijo, ni siquiera se parece a de seguro andabas de puta por ahí como siempre - le gritaba en el rostro mientras la sujetaba con más fuerza - no sirves para nada, eres una estúpida zorra -el pequeño niño había empezado a llorar - ¡Maldita sea, ve y calla a esa cosa fea! .

¡Park Jimin! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora