Esta es la parte final de la historia.
Gracias a todos los que leyeron y comentaron esta historia. ¡Realmente me han hecho muy feliz!
En fin, espero que lo disfruten. Aquí tienen su final feliz v:
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Desde ya me disculpo por los errores que vayan a encontrar.
Estos ** son cuando narra Hiroki.
*Despertar en las mañanas y rodar por la cama vacía se había vuelto una costumbre para mí.
Pero hoy era el día.
Ya estaba decidido.
Así que, esta vez rodé y trate de disfrutarlo...Trate de imaginar que había despertado solo porque Nowaki ya estaba levantado o en el trabajo.
Ya no importaba realmente.
Llamé al colegio y me notifiqué enfermo. Que hoy no iría al trabajo.
Miyagi me regañó, pero, insisto, me daba completamente igual.
Nada de lo que hiciera hoy tendría algún sentido.
El simple hecho de respirar me resultaba absurdo.
Lo único que realmente necesitaba hoy, era una soga atada con fuerza a la viga del techo y una silla de la cual saltar.
Cuando Nowaki murió... Siempre me había sentido solo. Incluso aunque Miyagi y Akihiko estuvieron brindándome apoyo, hasta el maldito sempai de Nowaki.
Todos estuvieron ahí para mí, diciéndome que debía salir adelante. Que debía ser fuerte, que simplemente siguiera en mi camino.
¿Qué tan fácil creen que es?
¿Qué tan fácil creen que es volver a casa y que nadie esté esperando en ella? Saber que nadie va a volver, que nadie escuchara mis primeras palabras del día mientras como mi desayuno, que nadie me verá por el rabillo del ojo mientras una traviesa sonrisa se asoma por la comisura de sus labios.
Que nadie me dirá "Te amo" antes de dormir, con una dulce y cálida voz.
Su voz... Desgarraba todo en mi interior.
Cuando Nowaki murió, todo se vino debajo de repente. Como si una bomba hubiera detonado dentro de mi pecho.
Recuerdo que me dirigí a un risco dos semanas después. Uno solitario, que daba directo al mar.
La vista era hermosa, no puedo negarlo. Las olas volvían una y otra vez.
La costa, la arena y las rocas estaban ahí, esperando a que el agua chocara con ellas, a que la espuma dejara un rastro y fuera una prueba de que ellas alguna vez estuvieron juntas.
Todos tenían alguien a quien pertenecer. Todos tenían a alguien esperando por ellos.
Nunca les había prestado atención hasta ahora, que ya había perdido mi lugar al cual pertenecer.
Se me fue espantosamente arrebatado por un inoportuno de la vida.
Corroboré que la soga tuviera la suficiente fuerza como para poder soportar mi peso. Una vez hecho eso, acerqué una silla hasta ella y lo observé de lejos.
Todo estaba listo. Pronto yo y Nowaki tendríamos un lugar juntos en la próxima vida. Ahora lo cuidaría y tendría más cuidado de él. El mundo exterior es muy malo, cualquiera podría hacerle daño. No me perdonaría a mí mismo si dejo que otro auto pase por encima de él.