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Aquí barriendo el polvo, jajajaja

La noche a caído en la manada RABLAS

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La noche a caído en la manada RABLAS. El frío se cuela entre los pequeños agujeros de aquí. El lugar se siente como una nevera y el olor a putrefacción molesta a mi olfato.

Mi cuerpo tiembla del frío que siente. Mi ropa está empapada, así como la cama y el suelo de esta celda. Mi loba me ayuda a poder ver mejor, ya que la única luz que me acompaña es la del foco qué hay fuera y un poco de su luz entra por alguno de los agujeros.

Luego del castigo, ellos se fueron. Mi compañero solo me lanzó una última mirada antes de desaparecer por las escaleras.

Mi cuerpo duele, específicamente mis costillas que fue donde más me azotó el agua a presión. El frío cala hasta mis huesos y me quejo. Suelto un suspiro y susurro en silencio mis deseos de estar con mi familia.

¿Que estarán haciendo en estos momentos?

¿Me extrañarán?

Sin duda es la mejor manada que puede existir. Con soldados feroces y leales. Una manada que transpira energía y paz. Somos una comunidad unida, que nos ayudamos los unos a los otros y nos encanta festejar por cualquier cosa.

Al abrir los ojos, observó como todo el lugar está alumbrado entre un color azul y blanco. Eso me hace sonreír y atrapo un mechón de mi cabello para observarlo brillar.

Mi cabello brilla cuando recuerdo momentos o lugares donde soy o fui muy feliz. Incluso puede llegar a brillar por ver a una persona que quiero demasiado.

El sentimiento tiene que ser fuerte para que eso pase, si es débil o normal, el no brilla.

Recuesto mi cabeza de la pared y cierro los ojos. No sé en qué momento me quede dormida pero cuando abrí los ojos ya había amanecido.

Lo sé por los pequeños rayos de sol que se escapan y entran aquí.

Me pongo de pies quejándome cuando siento dolores agudos por diferentes partes del cuerpo. Había dormido en el suelo, era obvio que eso pasaría.

Mi ropa aún está un poco húmeda así que decido quitármela y con mucho cuidado amarrarla a los barrotes para ver si así se secan más rápido. Lo mismo hago con la ropa de cama pero cuando estoy por amarra el segundo extremo de ello, mi mano toca el barrote de plata y suelto un horrible chillido de dolor.

Mi mano sangra, un pedazo de mi piel fue arrancado. Maldigo a los vientos, a Baltazar y a su lobo. Con enojo agarro la cama por debajo y la lanzo contra los barrotes provocando un enorme ruido.

Agarro un extremo de una de las camisas guindadas en el barrote y arranco un pedazo con la idea de tapar la herida y evitar que sangre más. Respiro profundo y aprieto el nudo. Mis dientes rechinan y me esfuerzo por no gritar. Cuando ya e terminado, vuelvo a sentarme en el suelo y miro a mi alrededor.

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⏰ Última actualización: Mar 19, 2018 ⏰

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