Atrapada

Prólogo

16/02/2003

-¡Ares! Despierta- Susurro lo bastante alto para que solo el me escuche.

-Ummmm, ¿Qué sucede Nao?- Murmura sin abrir los ojos.

Hago una breve pausa asustada por lo que acabo de escuchar. Ares al ver que no le respondo decide abrir sus ojos.

-¿¡QUÉ SUCEDE NAHOMY!? ¿¡POR QUÉ LLORAS!?- Preguntó inmediatamente.

-Es.. es.. es que... que- Sorbo fuertemente mi nariz

El me interrumpe.

-Calmate Nao, que no te estoy entendiendo- responde el.

Respiro.

-Es... es que yo escuché qué estaban hablando de ti en la oficina de...-El sonido de la puerta al abrirse me sobresaltó. La señorita Lucy directora del orfanato miró de mi a Ares.

-Nahomy ya hemos hablado bastante veces sobre la falta que estás cometiendo entrando al dormitorio de chicos- Se voltea hacía Ares.- Cariño nesecito que te arregles y vallas de inmediato a mi despachó.

Ares se levanta de la cama aún soñoliento y me mira.

-Hey Nao, no te preocupes. Nos vemos en el comedor.- Sonrió y salió hacía el baño de chicos. Cuando estoy dispuesta a irme la señorita Lucy sostiene mi mano y se pone de rodillas hasta estar a mi altura.

-Nao, ¿Sabías que aunque las personas que queremos no estén todo el tiempo con nosotros no quiere dejar dicho que nos olviden o déjemos de impotarles? ¿Verdad?

La miro sin saber que responder, en realidad no la entiendo. Pero me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa antes de salir corriendo.

▪▪▪

Estoy sentada en el comedor en la misma mesa de siempre. Esperando a Ares
Desde que llegué aquí el a sido mi único amigo. No recuerdo exactamente el día en que ingresé ni quienes eran mis padres biológicos. Solo sé que ese mismo día conocí a Ares.

Escucho mi nombre y miro hacía el frente donde se encuenta  la señorita Lucy, me acerco y veo a Ares con sus ojos llorosos.

-A.. Ares, ¿Qué sucede?- Pregunté asustada. No me respondió, se limitó a observar sus pies.

Cuando de repente dos adultos aparecen detrás de el. Levanta su mirada hacía mi.

-Me adoptaron Nao, ya no podremos jugar juntos porque no te quieren llevar conmigo.

De inmediato comienzo a llorar. No se lo podían llevar el era mi único amigo, ¿con quién jugaría? ¿Quién me iba a proteger del monstruo que salía por las noches debajo de mi cama? NO PODÍAN.

-Adiós Nao, no te olvides de mi, por favor.- Salió corriendo sin permitirme hablar. Pero se detuvo a mitad del pasillo, se deciso de su cadena con un pequeño dije con la letra "A" que llevaba puesto desde que lo conocí.

Colocó la prenda en mi cuello y me miró.

-Volveré, te lo prometo Nao.- Se acercó a mi un poco dudoso y me dió un  rápido beso antes de salir corriendo hacía un auto que ya lo estaba esperando.

Me quedé parada en el pasillo llorando alrededor de 20 minutos esperando que volviese y me dijera que era una de sus tantas bromas, pero no fue hací, el nunca llegó.

Y esa fue la última vez que vi a mi compañero de travesuras marcharce de mi lado y el día en que toda mi vida cambió.

***

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Hasta la próxima