Sentí una repentina paz, sonreí en medio de la situación ¿Irónico no? Solo esperaba que Lucía estuviera bien, al menos no me iría en vano si ella sobrevivía. Cerré mis ojos llorando y esperé el golpe final cuando un rugido tan ensordecedor hizo que los lobos pararan su feroz ataque, con las fuerzas que apenas quedaban en mi ser pude divisar un enorme oso pardo corriendo hacia nosotros.
Supuse en mi agonía que mataría a los lobos para rematarme y reclamar su presa. Los lobos lo rodearon y gruñían pero él no titubeó y se abalanzó contra el alfa tomándolo y estampándolo contra un árbol siguió a la hembra que corrió y se lanzó sobre su espalda, los demás lo rodearon e intentaron rodearlo pero este se colocó en dos patas volviendo a lanzar ese gruñido tan ensordecedor. Cuando se hubo quitado la loba de encima lanzaba manotazos a todos lo que se acercaban logrando herir a varios. El lobo alfa se levantó y lanzó un aullido tan fuerte que sentí que mis tímpanos explotarían, todos los lobos se agruparon rodeando al alfa y retirándose no sin antes este ultimo mirar con desprecio al oso. El oso bufó con su nariz y se acercó a mí oliéndome la cara, ya sin fuerzas sentí que el mundo se me venía encima y caí inconsciente.
Un suave olor a coco inundó mis fosas nasales, sentía mi piel húmeda y estaba sobre algo frío. Sentía un dolor intenso en mi cuerpo pero no podía despertar, no tenía fuerzas para moverme. Mi cuerpo era acariciado y pude sentir como mi zona intima fue toqueteada ¿Acaso alguien me estaba bañando? Algo me llevaba elevada hasta que sentí que me recostaron en un colchón. Hice un esfuerzo sobrehumano y poco a poco abrí mis ojos, la imagen borrosa de una silueta grande se hacía más clara. Parpadee suavemente tratando que mis ojos se acostumbraran a la luz que había en aquella habitación. Aquella silueta era el hombre más hermoso que mis ojos han contemplado, sus grandes manos tomaron una pequeña braguita rosada y con cuidado la colocó en mi cuerpo. Su cabello castaño oscuro llegaba a su mentón con diversos mechones adornando su rostro otorgándole un aire salvaje, aquellos ojos grises en forma ovalada tan fieros denotaban supremacía. Su cuerpo era tan fornido y atlético, estaba sin camisa y podías contemplar aquellos abdominales tan marcados y definidos, pero lo que llamó mi atención fueron aquellas cicatrices de rasguños y garras en sus hombros ¿Ataque de lobos u osos?
-Hola...- Tartamudee un poco tratando de incorporarme pero todo me dolía.
-Al fin despertaste- Su sonrisa dejó al descubierto una dentadura perfecta –No te muevas demasiado, hace 5 días que estas inconsciente, te encontré tirada en el bosque ¿Ataque de lobos?-
-Sí... Pero un oso me salvó-
-Eso es imposible pequeña, un oso te hubiese asesinado-
-No... Yo lo vi, peleó con los lobos y luego se acercó a mí, pero de allí no recuerdo-
-En este bosque hay muchos secretos muchacha- Se levantó dejándome contemplarlo de espalda, su espalda tenía muchas marcas de garras y mordidas.
-¿Fuiste atacado también?- Susurré apretujando las sabanas tratando de sentarme.
-Quédate quieta o las heridas se volverán a abrir y si me han atacado unos cuantos- Me tomó por los hombros y me devolvió a la cama.
-Lo sé pero debo saber qué pasó con el oso que peleó y ¿Por qué estoy en tu cama tan solo con unas braguitas rosas?-
-No tengo ropa de mujer, como entenderas, ese oso está bien por los momentos solo descansa – colocó sobre mí una manta de algodón y se giró para colocar más leña en la chimenea.
-Entiendo, supongo que mi ropa quedo desecha tras el ataque. Mil gracias por salvarme y traerme hasta aquí-
-Así es, estabas bañada en sangre e inconsciente. Te cargué y te traje hasta mi cabaña vacacional-
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Querido Oso (One Shot)
Romance"Un bosque esconde muchos secretos" Aurora es una sencilla secretaria que viaja a Noruega para unas vacaciones con su compañía. En el camino es atacada por una manada de sanguinarios lobos y lo único que recuerda al despertar es un bello oso pardo q...