Capitulo 1 Parte 2

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Desde el otro lado del sólido mostrador de piedra me sonrrie una chica rubia, atractiva y muy arreglada . Lleva la camiseta gris y la falda blanca más elegantes que he visto jamás. Esta impecable.

-Vengo a ver al señor Grey.Anastasia Steele, de parte de Katerine Kavanagh

-Disculpe un momento, señorita Steele-me dice alzando las cejas.

Espero tímidamente frente a ella.Empiezo a pesar que debí haberme puesto una camiseta de vestir de Kate en lugar de mi chaqueta azul marino.Hice un esfuerzo y me puse la única falda que tengo mis comidas botas marrones hasta la rodilla y un jersey azul. Para mí ya es ir elegante. Me paso por detrás de la oreja un mechón de pelo que se me solto de la coleta fingiendo no sentirme intimidada.

-Si tiene cita con la señorita .Firme aquí, Por favor, señorita Steele.El último ascensor a la derecha piso 20

Me sonrrie amablemente,sin duda divertida, mientras firmó.

Me da un pase de seguridad que tiene impresa la palabra VISITANTE. No puedo evitar sonreír. Es obvio que solo estoy de visita.
Desentonó completamente. No pasa nada, suspiró para mis adentros.Le doy las gracias y me dirijo a los ascensores más alla de los dos vigilantes, ambos mucho más elegantes que yo con su traje negro de corte perfecto.

El ascensor me traslada al piso 20 a una velocidad de vértigo. Las puertas se abren y salgo a otra gran recepción también de vidrio, acero y piedra blanca. Me acerco a otro mostrador y me saluda otra chica rubia vestida implacablemente de blanco y negro.

-Señorita Steele¿Puede esperar aquí por favor.

Detrás de los asientos de piel hay una gran sala de reuniones con las paredes de vidrio, una mesa de madera oscura, también grande, y al menos 20 sillas que combinan. Más alla,un ventanal desde el suelo hasta el techo que ofrece una visita de Seattle hacia el Sound. La vista es tan impactante que me quedo momentáneamente paralizada WoW

Me siento saco las preguntas de mi bolso y las veo rápidamente maldiciendo por dentro a Kate por no haberme dado una breve biografía. No sé nada del hombre que voy a entrevistar.
Podría tener tanto noventa años como treinta. La inseguridad me mortifica, y como estoy nerviosa no paro de moverse. Nunca me he sentido comada con las entrevistas cara a cara.Prefiero el anonimato de una charla en grupo, en la que pueda sentarme al fondo de la sala pasando desapercibida para ser sincera,lo que me gusta es estar sola, acurrucada en un sillón de la biblioteca del campus de la universidad leyendo una buena novela y no removiendome en un sillon de un enorme edificio de vidrio y piedra.

Suspiró.controlate, Steele. A juzgar por el edificio demasiado escéptico y moderno, supongo que Grey tendrá unos cuarenta años. Un tipo que se mantiene en forma, bronceado y rubio,a juego con el resto del personal.

De una gran puerta a la derecha sale otra rubio elegante impactantemente vestida¿De dónde sale tanta rubia inmaculada? Parece que las fabriquen en serie. Respiro hondo y me levanto.

—Señorita Steele—me pregunta la última rubia.

—Si — le contesto con voz ronca y carraspeó—.
Si—repito está vez con un tono algo más agudo.

—El señor Grey la resivira en seguida ¿Quiere dejarme la chaqueta?

—Si gracias —le contesto con torpeza intentando quitarme la chaqueta.

-— ¿Le ofrecieron algo de tomar?

—Pues... no.

Vaya¿ Estaré metiendo en problemas a la rubia número uno?

La rubia número dos  lanza una mirada a la chica del mostrador.

—¿Quiere un cafe,te, agua?—me pregunta volviendo de nuevo a mi.

—Un vaso de agua gracias—le contesto en un murmullo.

—Olivia traerle a la señorita Steele un vaso de agua por favor—dice en tono serio.

Olivia sale corriendo de inmediato y desaparece detrás de una puerta del otro lado de la recepción.

Le ruego que me disculpé, señorita Steele. Olivia es nuestra nueva empleada en prácticas.
Por favor, sientese. El señor Grey la atenderá en cinco minutos. Olivia vuelve con un vaso de agua muy fría.

—Aqui tiene, señorita Steele.

— Gracias.

La rubia número dos de dirige de nuevo al mostrador. Sus tacones resuenan en el suelo de piedra. Se sienta y ambas siguen trabajando.

Quizá el señor Grey insista en que todos sus empleados sean rubios . Estoy distraída, preguntándome si eso es legal, cuando la puerta del despacho se abre y sale un afroamericano alto y atractivo, con el pelo rizado y veztido con elegancia. Esta claro que no podría haber elegido peor mi ropa.

Regresa a la puerta.

—Grey ¿jugamos golf esta semana?

No escucho la respuesta. El afroamericano me ve y sonríe se le arrugan la comisura de los ojos. Olivia se levantó de un salto para llamar el ascensor.
Parece que destaca en eso de dar saltos de la silla .Está más nerviosa que yo.

—Buenas tardes señoritas—dice el afroamericano metiéndose al ascensor.

—El señor Grey la resivira ahora, señorita Steele.Puede pasar—me dice la rubia numero dos.

Me levanto tambaleandome un poco e intentando contener los nervios . Agarro mi bolso dejó el vaso de agua y me dirijo a la puerta

— No es necesario que llame. Entre directamente—me dice sonrriendome

50 Sombras De PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora