La Familia Perfecta [TaoRis]

Capítulo 8

Advertencia:

Contenido homosexual.

Posibles faltas ortográficas.

AU: Alternative Universe.

Capítulos intermedios.

Actualizaciones: Lentas.

Los dos dejaron de besarse cuando la falta de aire se hizo presente, sonriendo como tontos y abriendo los ojos lentamente, mirándose con un brillo especial, un brillo que hace mucho no se veía en ninguno de los dos, pero que ahora en ese mismo esplendor se podían decir palabras que no salían de sus bocas pero que entendían perfectamente.

Se perdieron en la mirada del contrario, disfrutando del momento. 

No hacía falta las palabras, no entre ellos, con una mirada podrían decirse todo lo que sentían, lo que en verdad pensaban. Tan típicos de ellos.

Sonrieron de nuevo mientras Kris tomó la iniciativa de tomar la mano de su menor y acariciarla suavemente. Tao se sintió como un adolescente de nuevo, no creía que sería posible eso, pero lo fue y justamente con su primer amor. 

—Tao... Yo... 

—¿Sí? 

—Gracias por aceptar está segunda oportunidad...

—Bueno... Por algo el destino nos volvió a reunir y con dos pequeñas traviesas que hacen de todo para que ambos estemos juntos. —se ríe y lo mira algo sonrojado— Yo soy el que debe agradecerte... Después de todo lo que dije, realmente pensé que nunca más volvería a ser parte de tu vida, lo entendía porque nunca tuve el derecho de publicar eso... Lo siento.

—Ya te he perdonado... Fui inmaduro al enojarme contigo y simplemente hacer como si nunca hubieses existido en mi vida, pero la verdad siempre te tenía presente, mi ego me cegó para que  al escuchar tu nombre inmediatamente pusiera mala cara. 

—Gracias... De verdad... —sus lágrimas salieron sin que se diera cuenta—.

—Vamos, panda, no llores.—se levanta abrazándolo delicadamente—.

—L-lo siento, no es mi intensión.—cierra los ojos por la calidez del abrazo—.

—Tranquilo, pandita...—susurró y acarició su cabello con cuidado, disfrutando tenerlo en sus brazos, como hacía años que no lo tenía—.

—No haz perdido la calidez, gege...

—Tú tampoco, pandita. 

Se separaron lentamente y volvieron a acercarse, besándose con cariño, tratando de demostrar en ese beso lo que sienten.