Eres un Salvaje (One Shot)

Conociendo al Salvaje

Me levanté quejándome bastante por el dolor en el hombro, eran las 3:30 am ¿Habría alguna farmacia abierta? Decidí colocarme una bata y bajar para ir a una tienda 24 horas a ver si conseguía un relajante muscular. Mientras iba en el camino noté dos hombres en una esquina por lo que apresuré el paso viendo a dos cuadras el letrero, entré a la tienda sintiendo fuertes punzadas en el hombro

-Buenas noches, disculpe tendrá tiocolchicosido o algún relajante muscular- Susurré sosteniendo mi hombro

-Si señorita, ¿Se encuentra bien? Si desea puedo revisarle el hombro.

Asentí y el doctor con suma ternura bajo mi bata sorprendiéndose del moretón tan grande que tenía, hasta yo estaba perpleja ¿Tan solo me sostuvo el brazo y me hizo tanto daño?

-¿Dónde te hiciste este moretón tan grande linda?-

-Yo se lo hice doctor- ambos giramos para descubrir a Ishihara en pijamas entrando a la tienda.

-Me sostuvo por el hombro mientras discutíamos pero supongo que por su habilidad de espadachín tiene tanta fuerza en las manos-

-¿Llamo a la policía acaso? ¿Pasó a mayores la discusión?- Pude percibir el tono de preocupación del médico.

-El único que pasó a mayores fui yo con ese rodillazo en mis testículos. Vengo por unos analgésicos y relajantes musculares- Se acercó a nosotros para acariciar mi hombro – Está así porque usé una postura de agarre llamada la garra del dragón supongo que afectó tu delicada piel y tu musculo un poco-

-Pues déjenme recordarle que las peleas no llevan a nada bueno jovencitos, tu linda te tomaras esto cada 8 horas hasta que se desinflame ese musculo y se relaje- Me dio los medicamentos y le extendí la tarjeta –Y tu caballero, debes tomar reposo y nada de ejercicio por 3 días hasta que pasé totalmente el dolor. Toma esto cada 6 u 8 horas por los días de reposo-

-Gracias doctor, disculpe las molestias que pasen bella madrugada- Tomé mis cosas para salir y mirar a los lados que no hubiese nada sospechoso y caminé rápidamente hasta mi casa.

-Espera enana- La voz del nipón me detuvo –Te acompaño a tu casa-

-No es necesario yakuza me sé el camino- continué caminando, sin duda alguna éramos agua y aceite.

-No te lo pedí simplemente lo haré, no vaya a ser que te pase algo- Caminó a mi lado mientras leía las indicaciones en el récipe.

-Oye, siento mucho el rodillazo que te di. No sabía que podía ser tan grave- Me encogí de hombros mientras acomodaba mi bata.

-No empezamos con buen pie sino con buena rodilla diría yo. Me disculpo igual pude haberte lesionado mucho el hombro-

-Soy Elíora, un gusto conocerte- Le extendí mi mano la cual estrechó –Aquí vivo gracias por acompañarme ¿Estarás bien yéndote solo?-

-Soy Ishihara el gusto es mío y tranquila no es la primera vez que salgo a estas horas. Toma mi teléfono avísame como sigue tu hombro. Buenas noches- Lo vi alejarse para luego adentrarme a mi departamento y tomar la medicación y recostarme.

A la mañana siguiente Lola me dejó un mensaje de voz donde se fue de emergencia a España para visitar a su abuela que enfermó de repente, le respondí con mis ánimos y le dije que cualquier cosa me avisara que haría lo que pudiera. Estaría trabajando algo lenta por el hombro pero sin duda alguna terminaría los logos que me mandaron hacer, estaría entregándolos en la tarde ya. Pasé el día trabajando y pendiente de la medicación, me sentía mucho mejor que la noche anterior sin duda alguna. Me preguntaba como seguía Vladimir pero deshice la idea de escribirle, cuando estuviera recuperada le avisaría y fin del tema. Esa tarde me recostó luego de entregar el trabajo, mañana debía terminar e igualmente entregar la portada para una historia.