"Define trío"

62 5 0
                                    

Estas tres últimas semanas me lo habían robado todo. Mis energías. Mi sangre, sudor y lágrimas. Mis horas de descanso y mis ganas de hacer otra cosa a parte de encerrarme en mi cuarto por horas y no volver a salir hasta que la necesidad de sustento alimenticio me obligara.

No miento cuando digo que mi disposición de hacer algo ahora, que por fin los horarios nos daban un descanso de las constantes entrevistas, conciertos, ensayos y reuniones, es nula. Ahora es cuando siento con mayor intensidad la fatiga y el peso en las piernas y espalda de todo lo que he sobrellevado en los últimos días.

Estoy en mi cuarto y por un momento no lo reconozco. Me parece haber permanecido meses en una misión encubierta que me impedía regresar a mi lugar, mi cuarto, mi intimidad, y ahora que he vuelto no me veo capaz de evocar como eran mis tardes aquí, en esta ajena estancia que ya no parece pertenecerme. Exagero, solo han pasado tres semanas.

Quiero tocarme.

Es decir, la tensión se ha difundido por todo mi cuerpo y necesito liberarlas. Todas. Siento que lo necesito, pero hay algo que me lo impide y hace poco creo haber comprendido qué. Ya mis manos no se sienten tan agradables como al principio.

Pero como soy un joven testarudo siempre lo vuelvo a intentar.

Cierro los ojos, imaginándome como sería volver a sentir la misma satisfacción que al principio. Alejo mi mano del posabrazos de la silla del ordenador donde estoy sentado y la bajo peligrosamente por mis caderas, haciéndo presión sobre las ropas encima de mi piel, buscando ese toque mágico que me quite el aliento. Un suspiro profundo sale de entre mis labios al acariciar mi entrepierna por encima de la ropa interior, pero no soy capaz de engañarme con esos falsos gemidos. Solo quiero unos minutos de placer tras una larga espera, así que por el momento soy paciente y me dedico el tiempo que me merezco a mí mismo. Al rato pierdo la paciencia y gano algo de frustración. Introduzco la mano dentro de mis pantalones, ya sin el sosiego de antes, y me toco con los dedos primero, imaginándome que son los de otra persona. Pero yo sé que son los míos, porque reconozco mi tacto, y me desanimo.

Frustrado ante la necesidad de tener algo más que automanoseos y su imposibilidad, me levanto y abandono mi cuarto, no queriendo permanecer más aquí solo, lloriqueando por la abstinencia a la que estoy sometido por contrato.

Los chicos están en el salón compartiendo las últimas cervezas. Todos menos Namjoon, que fue el que llegó más exhausto de todos tras tener que encargarse también de las entrevistas extranjeras. Me siento en una esquina al lado de Jimin y acepto la lata de soju que este me ofrece con una sonrisa.

-Pensé que te habías dormido. ¿Qué hacías tanto tiempo allí solo? -Me pregunta y yo ruedo los ojos. No le iba a decir que trataba de masturbarme. Y no es que lo oculte, considero que la masturbación es de lo más normal del mundo, pero tampoco tenía pensado ir por ahí confesándolo. Hay cosas que uno prefiere mantener en su intimidad, pero parece que Jimin no sabe el significado de la palabra 'discrección', ya que sigue insistiendo en lo mismo por los siguientes minutos. Así que respondo cambiando de tema.

-¿Alguno quiere ver una peli? -Digo, con más ganas de escapar del interrogatorio del agente Park que de verla realmente.

-Jimin. -Lo llama Yoongi mirando con aburrimiento la televisión que está en constante cambio de canal ya que Jin no se decide a poner un programa concreto. -¿No ves que Jungkook no quiere hablarte de sus problemas precoces?

-¿Eh?

-¿Precoces? -Nos mira Tae con curiosidad, hablando por primera vez. Al parecer, de todo el tiempo que ha estado activa la conversación solo comenzó a prestar atención cuando nos comenzamos a referir a mi sexo.

Define abstinencia [JungYoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora