Con el conocimiento de mi inminente muerte relaje mi cuerpo lo más posible (con las ataduras es una tarea difícil créanme) y deje volar mi mente lo cual desencadeno algo extraordinario; la voz del general se fue haciendo más y más lenta y lejana al punto de hacerla prácticamente inaudible y en ese eterno instante mi mente regreso a los momentos del como llegue aquí...
Estaba de nuevo con David, Max, Pierre, Vladimir y Anthony; estábamos de nuevo en el campamento jugando cartas mientras afuera caía una lluvia torrencial, para nuestra desgracia nos llegaba parte de ella gracias a los agujeros de bala en nuestra tienda.
-Subo la apuesta- dijo Pierre mientras colocaba otros dos casquillos de bala sobre la mesa.
-Joder, hoy vienes con todo ¿verdad Pierre?- dijo Anthony con una sonrisa mientras colocaba sus dos casquillos correspondientes.
-Déjalo, seguro lo pierde todo - dijo Max con una sonrisa cínica mientras colocaba lo suyo.
-Cállate Max, que te recuerdo que estoy en racha- dijo Pierre vanagloriándose.
-Estar en racha en el campo no quiere decir que aquí vaya a ser igual Pierre- le dije sonriendo mientras colocaba mis casquillos correspondientes en la mesa.
-Bueno eso no lo sabes Ethan- dijo Pierre sonriendo con una sonrisa ya no tan segura- ya veras que hoy les vacío los bolsillos a todos- dijo mientras se erguía e inflaba el pecho en señal de arrogancia.
-Claro que si, como no- dijo Vladimir con su normal risa sarcástica- con la enorme suerte que generalmente te acompaña en este juego- Vladimir empezó a reírse con mas ganas y no pude evitar que a mi se me escapara una sonrisa- ¿Sabes que? yo también entro- mientras lo decía coloco sus casquillos correspondientes-
La expresión de terror y frustración de Pierre de que Vladimir iba a unirse hizo que no pudiéramos aguantar mas e inevitablemente nos hizo estallar en carcajadas a mi y a todos los demás presentes. Con excepción de David que seguía acostado en una esquina pensando.
Después de las risas se sobrevino el tenso silencio de que la suerte estaba jugada y la partida estaba a punto de terminar, en ese instante mi mente se distrajo de la realidad y se centro en algo tan banal y a la vez tan importante como los casquillos con los que estábamos apostando, al no tener dinero ni comida con la cual apostar utilizábamos los casquillos de las balas que habíamos disparado recientemente, simbolizando cada uno de ellos el valor de 100 dolares con la fe de que cuando volviéramos a nuestro hogar pagarnos nuestras deudas.
Fuimos volteando las cartas uno por uno:
-Color- dijo Pierre con tono de arrogancia.
-Doble par- dijo Max ligeramente triste pero tranquilo.
-Un par- dijo Vladimir claramente molesto.
-Poker- dije yo bastante confiado puesto que pensaba que la victoria ya era mía.
-Pues... en verdad esto me pone muy triste compañeros míos, verdaderamente triste...- dijo Anthony con tono dolido y con la voz que parecía que se le iba a quebrar en cualquier momento- me siento triste pero por ustedes ¡Porque tengo una flor imperial!- grito tan alto y con tanta euforia que por un momento temí que que aun con la lluvia torrencial que estaba cayendo nuestros enemigos llegaran a oírnos...
Mientras Anthony seguía gritando de alegría recogiendo su fortuna David le hablo con un tono que me sorprendió y aterro escuchar de el -Cállate Anthony que ellos podrían oír tu voz incluso con esta lluvia-
Apenas terminaron de salir las palabras de su boca escuchamos un disparo y un nuevo agujero apareció en la parte superior de nuestra tienda.
Todos nos miramos y nos dimos cuenta que en nuestro descuido nos habían emboscado, todos corrimos con decisión y furia a por nuestras armas no sin antes que Anthony terminara de guardar sus casquillos a la velocidad del rayo.