capítulo único; a little bit weird.

593 79 112
                                    

ADVERTENCIA: intento de humor sin éxito pero con mucho amor, 6862 palabras, AU! y muy random. Gracias por leer <3

El joven condujo su auto a toda velocidad por la desolada ruta, frenando con brusquedad al llegar al barranco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El joven condujo su auto a toda velocidad por la desolada ruta, frenando con brusquedad al llegar al barranco.

Se bajó del coche y se acercó al acantilado observándolo con una sonrisa un tanto extraña. ¡Tenía una altura perfecta!

Posó sus ojos cafés sobre una roca enorme que estaba adherida al resto, las cuales formaban una especie de pared, conformada también por tierra seca y basura. Juraría que hasta había visto uno de esos arbustos que aparecen en las películas siendo arrastrados por el viento en el desierto por lo desolado que se encontraba aquel lugar. Aunque era un poco obvio, ¿quién iba a visitar un acantilado ubicado en una ruta desconocida, a las tres y media de la mañana? ¡Qué locura! Definitivamente sólo alguien demente como él, Kim JongDae.

Dejó a un lado todos sus extraños pensamientos para centrarse nuevamente en aquella roca y planear una estrategia. Quedaba a una distancia considerable, perfecta para que pudiese conseguir lo que quería.

Se sacó los zapatos de marca relucientes y los dejó al borde de la barranca, totalmente confiado con lo que estaba a punto de hacer.

Se dirigió a su auto y sacó un bidón de gasolina del maletero junto con un encendedor. Roció con nafta el coche y alrededor de éste, para después prender fuego una parte. Mientras el fuego se expandía corrió alejándose unos cuantos metros, sintiendo con sus pies descalzos las piedras que habían en el camino y maldiciendo también porque se estaba clavando todas y cada una.

Luego de unos pocos segundos el Ferrari explotó ante sus ojos, alentándolo a continuar con su propósito. Se agachó un poco formando una posición como la de los atletas y tomó carrera, para simplemente tirarse de cabeza al acantilado.

Y ahí se hallaba aquel cuerpo ya sin vida rodando cuesta abajo, haciéndose cortadas profundas y golpeándose toda su figura hasta llegar a lo que parecía ser otra ruta pero esta vez sin salida, y más abandonada que la anterior. Y lamentablemente ahí se quedaría también, porque estaba garantizado que nadie pisaba aquel lugar desde hace décadas, y aquello no cambiaría, sin importar que ese cadáver fuese del famoso escritor de novelas policíacas Kim JongDae.

Cualquiera daría por sentado que una persona cubierta de sangre en gran parte de su cuerpo y con un golpe fuerte en la cabeza definitivamente está muerta, pero, ¿Acaso los cadáveres se mueven?

Porque aunque pareciera una vil mentira, el supuesto fallecido estaba apoyado sobre uno de sus codos aún recostado, moviendo sus dedos frente a su rostro con una expresión muy extraña; como una mezcla de enojo, desilusión, confusión y quién sabe qué otras cosas más.

¿No se supone que se había suicidado? ¿Debería tirarse de allá arriba otra vez para ver si ahí finalmente se moría? Llegó a pensar que sí se había muerto pero su alma aún permanecía en el mundo, sólo que había salido de su cuerpo, pero todo su ser seguía ahí y podía mover todos sus músculos pese a todos los golpes que se dio.

WEIRD 奇妙な || CHENMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora