LOS OTROS

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Aquello era espantoso. Ni en mis sueños más terribles lo hubiera imaginado.

Lo que veían mis ojos era de otro mundo. Altos. Pálidos. Ojos grandes. Dos hoyos en lugar de nariz. Boca pequeña. Y asustaba hasta escuchar su descripción.

Desperté en una camilla plana y fría. A mi lado yacía un cuerpo de un hombre. Pero estaba dormido; o al menos eso parecía. Mire a ambos lados, y me percaté de que estaba en una habitación enorme, gris, con algunas pantallas, y mesitas, sobre las cuales había elementos de metal.

Enseguida los vi, y en ese momento quede paralizada, con mis ojos directamente sobre ellos, e igualmente me miraron por un segundo y luego pusieron su atención en el cuerpo que estaba a mi lado. Jamás había visto nada parecido.

De un momento para el otro dos de ellos se pararon a mis costados, entonces uno de ellos tomo un objeto, algo parecido a una aguja con un líquido amarrillo, y sin que pudiera siquiera reaccionar, lo vacío en mi brazo izquierdo. Al cabo de unos momentos, todo comenzó a oscurecer y en un segundo ya estaba dormida de nuevo.

Realmente no sé por cuánto tiempo estuve adormecida, pero cuando volví a abrir los ojos estaba en un lugar muy frio, y había mucha nieve. Mire hacia todas las direcciones, pero no había nadie.

Me quede allí por unos momentos, porque el frío era paralizante. Estaba muy asustada; ¿qué sucedía?

Casi sin darme cuanta unos cuantos hombres llegaron a donde me encontraba, de uniforme y armados, intentaron hablarme, con un tono elevado, pero había un pequeño problema. No les entendía, hablaban en un idioma raro, que luego me di cuenta de que era ruso, y yo hablaba español. Así que me era imposible entenderlos. Les hice unas muecas y al cabo de un momento se dieron cuenta de que no hablaba el idioma. Así que me tomaron de un brazo y me llevaron hasta arriba de un helicóptero, en el cual habían llegado.

Luego de media hora de viaje aproximadamente, llegamos a lo que parecía ser un cuartel.

Allí me guiaron a través de muchos pasillos hasta llegar a quien parecía ser quien les ordenaba. Enseguida los soldados se pusieron a platicar con esta persona, un hombre muy alto y con cabello negro, los escuchaba pero no entendía nada.

Inmediatamente este hombre ordenó llamar a otra persona, y seguidamente apareció, un joven que aparentemente era un traductor. Allí le ordeno decirme algo, y el muchacho me habló. Hablaba en inglés, yo conocía un poco el idioma, por lo que algo entendía.

Me hizo varias preguntas a las cuales yo le contestaba con lo básico; me pregunto si sabía dónde me encontraba y si recordaba cómo había llegado allí. Le dije que no tenía idea de nada. A lo que me miro, hizo una mueca y nuevamente me hablo.

-Estas en Rusia, más en Osetia del Norte.

Has aparecido en el Glaciar de Kolka, un lugar muy peligroso. Verdaderamente has impresionado a todos aquí- dijo señalando a todos los que estaban dentro del cuarto- incluyéndome, hizo una pequeña pausa.- ¿Cómo lo has hecho?- preguntó.

No sabía que decirle así que agaché la cabeza y me quede mirando un punto fijo en el piso. No lo podía creer. ¿Qué hacía yo allí? Todavía no lo entendía.

Luego de platicar como dos horas, vinieron 2 uniformados y me escoltaron hasta un cuarto no tan pequeño, pero no muy grande, allí había varias personas con batas blancas, por lo que parecían ser médicos.

Con ayuda del "traductor" me fueron haciendo una serie de pruebas como sacar sangre, un electrocardiograma, electroencefalograma y un tantísimos de exámenes que no me acuerdo como se llaman, ni tampoco los conozco.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2018 ⏰

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