•Mi Osito Oscuro• ~Fredxy~ {Fred X Foxy}

~•2•~

Narra Omnipresente:

Había sido un día bastante largo para el azabache
que ahora salia de su trabajo agotado, ya que era un mesero en un local no muy costoso pero uno de los mejores restaurantes/bar de la ciudad.

Nadie de su familia sabía que el trabajaba, por lo que tiene que soportar los golpes de su padre por llegar tarde.

Esta vez no seria diferente pues al llegar y ponerse frente a su puerta logro escuchar los gritos de su padre ebrio hacia su hermano, jamas conoció a su madre pues ella había desaparecido del radar a los 2 años de edad del azabache y al primer año de Freddy, por lo que su padre siempre los educo a base de gritos, regalos, golpes e incluso arrojarles las botellas de vidrio que alguna vez lastimo su ojo izquierdo dejándolo ciego por un buen rato.

Entro con algo de temor pero lo disfrazándolo con seriedad, al cerrar la puerta el adulto se coloco frente las escaleras indicándole al menor de ojos celestes que se retirara.

>Alan: Tu donde mierda estabas, pedazo de basura?! -dijo con furia el adulto quitandose el cinturon- Otra vez llegaste tarde! -

El joven azabache no se lo espero pero fue abofeteado por el adulto con el cinturón dándole en el lado izquierdo, cayo arrodillado al suelo, cubriendo su ojo con su mano.

>Alan: Levantate! o sabes que....mejor quita te la camisa ya sabes lo que te espera por no respetar las reglas de MI casa

El chico quería hacer algo, golpearlo, e incluso matarlo pero .... no era una opción muy buena.

Trago saliva y se quitó la camisa como ordenó el mayor.
De pronto sintió un fuerte ardor en la espalda, otra cicatriz mas a las muchas que tenia por toda la espalda, unas ya estaban cerradas, otras aun seguían abiertas y rojas y otras sangraban.

Estuvo recibiendo varios impactos en la espalda durante 15 o 20 minutos, ya no caían lágrimas de su rostro, ya no lo hacían, no mas, después de lo que había pasado, ya no.

>Fred: Basta.......-susurro para si mismo-

El adulto escucho eso, no se cono, pero lo hizo.
Se quedo paralizado y miro a su hijo mayor, su rostro estaba directamente viendo al suelo, con una mirada perdida, vacía, y mas sus ojos no tenían brillo, y eso ya era desde hace varios años.