At Night [BTS-RM]

Siente - 1ºPARTE

Se suponía que iba a ir a comprar aquella tarde.

Sí, se suponía. 

No sé el porqué, ni cuánto tiempo llevaba sin mover ni un solo músculo para no ser arrollada ni empujada, pero, cuando me quise dar cuenta de lo que estaba pasando, ya me encontraba atrapada en una avalancha repleta de adolescentes desquiciadas.

La tarde caía muy lentamente. Tanto que, cuando los rayos del sol desaparecieron por detrás de todos aquellos rascacielos que decoraban de buena manera mi querida ciudad de Los Ángeles, se sintió como si la ciudad entera estuviese siendo engullida.

Me entraron ganas de llorar. Mi mamá ya había empezado a llamar para, seguramente, preguntar dónde me había metido. Pero yo no fui capaz de contestar a ninguno de sus intentos; había muchísimo jaleo, tanto que pensé que me quedaría sorda.

Intenté abrirme paso rodeando a un par de chicas que se habían puesto en mi camino. Sin embargo, desapareció ese plan de mi cabeza en cuanto se pusieron a gritar a pulmón abierto y a dar saltos como conejos con epilepsia justamente a mi lado. Eran mucho más agresivas que el último grupo que había encontrado anteriormente. 

Ya me habían empujado dos veces cuando, a la tercera, alguna vértebra de mi columna crujió de una forma poco coherente, rompiendo la poca cordura que me quedaba aquel día.

—¡Eso ha dolido! —Grité, ya furiosa. —¿Podríais parar de ser tan sumamente patéticas y dejarme pasar? ¡No tengo todo el día!

No iba a permitir que unas niñatas me trataran así solo porque no sabían controlar sus hormonas revolucionadas. Quería irme a casa. 

Por esa misma razón, no se me ocurrió algo mejor que empujar a una ellas "sutilmente" para que notaran mi presencia y me dejaran pasar de una vez. Sin embargo, no me esperé que ésta perdiese el equilibrio y se cayera encima de la otra chica, creando un efecto dominó que afectó a más jóvenes que estaban muy cerca nuestra.

—¡Dios mío! Lo siento mucho, no era mi intención que pasara esto... —Me acerqué a las chicas un poco más, si eso era posible, para poder ayudarlas a levantarse.

—¿Eres imbécil o qué te pasa? —Dijo la primera, mientras apartaba bruscamente mi brazo del suyo e instantáneamente se sobaba la cadera. Seguro que se había hecho daño en esa zona al caer.

—Lo siento, de verdad. —Dije ansiosa. A nuestro alrededor ya se había creado un círculo debido a las miradas cotillas que habían decidido pensar que esta situación era mucho más interesante que lo que se encontraba más allá de nuestras cabezas. —Deja de que...

Pero no.

No quiso que la ayudara.

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Bueno... Como veis, he decidido hacer un cambio a esta historia. Además de editarla, he querido hacerla por partes. 

No hice el epílogo, y me gustaría cumplir esta vez. 

Pero, lo primero, el orden. 

¡En nada nos vemos!

Os quiere,

BEE~