¿Que pasaría si de un día al otro éstas en un cuerpo que no es completamente el tuyo?
¿Que pasaría si tienes que dar todo para poder volver a la normalidad?
Pues, eso le paso a Mia y a Dennis. Sus vidas son una porquería, como ellos lo dicen. Ellos...
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Camino rápidamente hacia la cafetería donde se encuentran todos. Abro la puerta de un golpe llamando la atención de todos pero no les hago caso y sigo mi camino hacia donde se encuentra Mía comiendo un cambur. Rápidamente me siento de un golpe en delante de ella y le quito el cambur antes de que ella pueda darle un mordisco. Me llevo el cambur a la boca. Ella me mira mal.
— ¿Ahora qué mierda te pasa? —espeta—. No me dejas comer mi cambur tranquila.
— ¡Lo siento, pero el periodo me hace ser así! —exclamo enojado. Nunca en mi vida pensé que vaya a tener el periodo y que iba a tener cólicos. Son muy arrechos.
—Dios, pero dilo más bajo, idiota.
—Lo siento, pero el periodo me hace ser así —susurro. Entorna sus ojos.
—Ya entiendo porque Oscar no me soporta cuando estoy en mis días —murmura. Luego ríe—. ¿Y cómo la pasas?
— ¡Terrible! ¡Ni siquiera sé cómo ponerme la toallita! —digo—. Es más, ahora mismo me está incomodando.
Ella parece que se sonroja. Luego se da palmadas en la frente y vuelve a fijar la mirada en mí.
—Bueno, fuiste un poco inteligente en ponerte un pantalón negro.
Me encojo de hombros—. Ni siquiera lo pensé —mastico el cambur—. Me vale verga que me vean sangrando, ni que estuviera muriendo.
— ¡Eso es lo más vergonzoso que le puede pasar a una chica! —me mira como un tomate.
—Lástima que no soy chica.
Rueda sus ojos, — Lo sé tonto, pero estas en el cuerpo de una.
De repente me dan ganas de llorar—. Quiero volver a mi cuerpo y no tener estos cólicos de mierda. Es más, ¡estoy sangrando por mis partes! ¡Esto no es normal! —mastico el cambur pero luego me doy cuenta que ya lo acabe y me estoy comiendo es la concha. Le tiro la concha en la cara Mía quien me mira con cara de querer matarme luego.
—Creo que ahora tendré que soportarte.
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