02 - Perdido

6 1 0
                                    


Abrió con pesar sus ojos, le dolía el cuerpo por completo y el dolor de cabeza de ese momento solo empeoraba su actual pesar; se encontraba recostado en el suelo intentando levantarse, por el suelo solo divisaba vidrios rotos, papeles regados, y ¿liquido carmín?, extrañado reviso mejor el lugar, ¿Qué había sucedido? le estaba costando recordar, sobre el divisó algunos asientos que parecían de autobús, paseo su vista por los alrededores divisando las ventanas, pero no solo estaba eso, ¿Eran esos cuerpos?, ¿Personas heridas?, y entonces recordó — ¡Spark! — llamo desesperado buscando a su pareja con la vista, trato de levantarse y moverse pero un dolor punzante en su pierna le detuvo de golpe, comprobó su actual situación: un tubo de metal estaba atravesando el muslo, apretó los dientes y tomo valor para arrastrarse por el suelo hasta divisar aquella melena como el oro, pero aquel bello color se veía sucio y prácticamente opacado por todo el carmín que le cubría, lleno sus pulmones con aire — ¡Spark! — Este no parecía responder a sus llamados, por lo cual continuo arrastrándose por el suelo hasta llegar a él, solo para comprobar que la condición de su pequeña estrella no era favorable, no se movía y parecía que todo aquel líquido provenía de su cabeza; le tomo el rostro, le palmeó una mejilla varias veces — Spark, Vamos, despierta cariño, que tenemos cosas que hacer... anda, estrellita, si abres tus ojitos te prometo no volver a quedarme dormido, tampoco cargarte, ni hacerte bromas... Hey... Spark, P-por favor... — sin darse cuenta, sus ojos estaban llenos de lágrimas, la voz le temblaba, así como sus manos, sin parar de llamar al joven en sus manos — corazón, vamos... ¡vamos! ¡abre tus ojos! ¡No puedes hacerme esto! ¡Spark! — Los Sollozos no se hicieron esperar, así como los lamentos del joven, abrazaba con fuerza al rubio en sus brazos, pero la impresión fue demasiada, al momento y por las emociones fuertes callo inconsciente una vez más, sosteniendo en sus brazos a su joven pareja.

.O.O.O.O.

Caminaban de un lado a otro una multitud de seres con batas blancas, parecía un día atareado puesto que todos parecían llevar prisa, y los teléfonos no paraban de sonar. La sala de emergencias se encontraba llena, y aún con demasiados pacientes por ingresar, todo gracias a un accidente vial, donde habían salido diversos heridos y otros no tan afortunados muertos; atendían a gran velocidad a cada paciente que ingresaba, poniendo como prioridad aquellos de lesiones graves, una vez terminaban el proceso se les asignaban los estudios necesarios y una camilla dependiendo de la sala referente a los cuidados necesarios.

En una habitación es específico descansaba el joven que antes llamaban azul, pero en este caso sus ropas, eran totalmente blancas, tenía diversas heridas por el cuerpo, y notables hematomas adornando su piel, su ingreso había tenido lugar hace un par de horas, en las cuales no había abierto sus ojos; diversos médicos y enfermeras ingresaban periódicamente para comprobar el estado de este, así como los otros pacientes en las camillas vecinas, hacían sus observaciones y en caso de ver alguna anomalía tomaban las medidas necesarias para tratarla y controlarla.

Reviso la habitación meticulosamente, prestando atención a cada detalle que está tenía, así como a aquellos que portaban el color predominante de ese lugar; Parecía confundido, además de que aquel dolor que soportaba era reflejado en su expresión, se removió en la camilla, y frotó sus ojos intentando aclarar su vista, pero al parecer está no parecía mejorar demasiado — D-disculpe... — llamo a alguno del personal que se encontraba ahí, parecía estar en un hospital y puesto que desconocía el motivo, deseaba saber que acontecía, así como el motivo de su instancia en aquel lugar, observó cómo uno de aquellos se acercó a su persona seguido de los que parecían ser sus colegas.

— Oh, veo que has despertado, ¿Cómo te sientes? — pregunto con voz calmada, para comenzar revisarlo; encendió una pequeña linterna, dirigiendo la luz a sus ojos a una distancia prudente — respuesta a la luz normal, ¿Podrías seguirla con la vista? — a lo que sus compañeros anotaban cada observación.

FragmentosWhere stories live. Discover now