Hyolyn llegó con prisa a la pequeña casa cerca de las afueras de la ciudad, estaba desecha todo su mundo se había venido abajo en segundos. JiMin se había vuelto a dormir pues era un camino de media hora hasta la casa de YoonGi.
Estacionó el auto frente a la casa de madera color verde limón con un frondoso patio lleno de rosas y algunas enredaderas de sandía que corrían desde el suelo entre las rosas hasta algunas esquinas de la casa escalando en la estructura y el cerco blanco que daba entrada al porche donde en ambas esquinas de la casa estaba una mecedora de techo forradas con edredones de algodón que las volvían cómodas y suaves. Había también en la entrada al porche un par de campanas pequeñas enredadas de una en una hasta el final estas se movían sonando con forme más soplaba el viento.
Todo junto a la lluvia le daba un aura mágica e incluso ficticia a la casa de su hermano la cual anteriormente había sido de sus padres ahora muertos. Ella sabía que él mantenía la casa viva de esa manera por los viejos, todos ellos siempre habían sido humildes por parte de sus padres quienes antes de mudarse a la ciudad por ellos habían vivido en la granja, enseñándoles humildad y bondad.
Aún no se atrevía a salir de su auto. ¿Qué iba a decirle? Se sentía apenada. ¿Cómo no lo había visto? El constante apego de su amiga —ex amiga— a su esposo, los constantes « — Jonnie es tan atento, eres tan afortunada, gracias Jonnie, eres tan fuerte… — ». Maldición se había confiado y ese era su castigo por creer que no todas buscaban algo de ella.
Golpeó un poco su cabeza con el volante antes de morder sus labios que temblaron por las crecientes ganas de volver a llorar. Unas lágrimas silenciosas bajaron por sus mejillas canela y soltó un sollozo antes de que alguien tocara la ventana, saltó en su lugar limpiándose las lágrimas y vio a su hermano tras la ventana con un paraguas cubriéndole de la fuerte lluvia.
El vidrio estaba empañado así que rogó porque que él no la haya visto llorar, ya que sabía que YoonGi era capaz de ir a matar a NamJoon.
Bajo el vidrio y el agua se filtraba un poco a lo que el de pelo ébano sonrió y le pasó un paraguas negro. Salió del auto y abrió la sombrilla mientras YoonGi le cubría para que no se mojara, camino hasta la otra esquina del auto para ir por su hijo y entrar a la casa pero su hermano la detuvo.
— Ve adentro yo lo llevo. — Dijo de forma amable y le sonrió, Hyolyn sintió la nostalgia recorrerle una vez más, él lo sabía. Asintió y con paso rápido entró a la bella casa que por dentro era cálida, acogedora y rústica.
YoonGi seguía conservando el aire de campo con el que les fueron criados. Unos sillones de piel color café oscuro junto a una mesa de centro de madera blanca esta con algunos libros y un portátil, algunas hojas regadas, plumones y libretas. YoonGi había decidido ser escritor y vaya que la vocación le había sentado bien pues con apenas cuatro libros publicados era toda una celebridad que se negaba a ser conocida.
YoonGi decía que no necesitaba fama o algún tipo de estereotipo, — quiero hacer lo que amo por pasión no por deber —, fueron sus palabras cuando ella y sus dos hermanos menores le preguntaron por qué no decidió ser conocido.
Y no es como si YoonGi fuera feo, su hermano había sacado todo el atractivo francés de su madre. Un cabello ébano ondulado y sedoso, ojos gatunos de un tono verde limón, nariz pequeña y perfilada, labios delgados de un tono coral, piel pálida y mandíbula marcada junto a un cuerpo marcado de un metro ochenta. Su hermano era la descripción de perfección.
Miro las paredes de la casa estas de un tono madera suave, cuadros de todos ellos en las paredes incluso de JiMin cuando bebé. Camino a la cocina está era grande y blanca con una estufa de seis quemadores y horno de color gris y negro, todo estaba limpio y ordenado tan como a su padre siempre le había gustado. De todos sus hijos —cuatro contando a ella— YoonGi siempre había sido el favorito.
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TÍO GI ©
FanfictionObsesión [ 強迫観念 ] : → Idea, palabra o imagen que se impone en la mente de una persona de forma repetitiva y con independencia de la voluntad, de forma que no se puede reprimir o evitar con facilidad. - Mamá, el tío Gi me toca. → ¡CONTENIDO +21! →...