-¡Baekhyun, ve a despedirte de Yoona!
Un pequeño niño de cinco años yacía en la banca de la iglesia, sus ojitos estaban llenos de lagrimas, y rojos al igual que sus mejillas, él intentaba secarse sus lagrimas pero estás no dejaban de salir, la Hermana fue hacia él para pasar la palma de su mano sobre los cabellos azabache del menor.
-¿Te duele tanto la partida de Yoona? Deberías despedirte de ella en vez de llorar, Baekhyun.
-¿Por qué no me quieren a mi? ¿Qué he hecho mal? Yo también quiero un papá y una mamá.
Nuevamente sus lágrimas salían sin parar, siempre que acudían a adoptar a algún pequeño, Baekhyun siempre se hacía ilusiones, se imaginaba que esas personas podrían quererlo, darle abrazos y muchos peluches que adoraba pero en la Iglesia sólo podía tener uno, todos los niños debían tener lo mismo hasta que pudieran conseguir un hogar.
Conforme pasaron los minutos dejó de llorar y la Hermana lo llevó al patio para que jugará, para después comer la cena prepada por las demás hermanas, ducharse, rezar para posteriormente dormir. Esa noche Baekhyun soñó con un niño de su edad, tan tierno y con unos ojos muy hermosos, además de unas orejas un tanto graciosas, se vio a si mismo jugando con él, ambos reían y disfrutaban de compartir todo momento juntos, tan sólo ése sueño bastó para que al día siguiente Baekhyun despertará tan alegre e hiciera sus deberes con un tarareo de su canción favorita, que en realidad era parte de las canciones que solía recitar el coro de la Iglesia. Su alegría desapareció cuando se peleó con su compañero de cuarto, Nini era un niño bueno pero a veces solía ser poco compartido con sus cosas, y Baekhyun sólo quería jugar un rato con el pingüino de peluche que tenía el otro menor, triste, acudió a la banca que siempre le recibía cuando él tenía ganas de llorar.
-¿Eres un niño?- Le preguntó una voz de repente, por lo cual él levantó su mirada aún con lagrimas, pero inmediatamente se las limpió al ver que era el mismo niño que vio en su sueño.
-Si, lo soy.- le respondió después de unos segundos en los que tardo para hacer como si no hubiera pasado nada.
-No lo pareces, te ves muy afeminado.- Él otro niño de grandes ojos, comezo a tocar el cabello de Baekhyun. -Es muy suave... -Lo miró por unos segundos- ¿Por qué llorabas?
-Yo no lloraba. -Respondió muy seguro aunque en realidad sus ojitos lo delataban, en ése momento el contrario le tomó su mejilla derecha y comenzo a pellizcarla.
-Llora.- Dijo de manera más fría el más alto, aunque Baek se negó en un inicio, al hacerlo con más fuerza no pudo evitar derramar unas lagrimas. -Llora cuando sea necesario o cuando yo te lo diga... soy Park Chanyeol, ¿Cuál es tu nombre? - Ésta vez acarició sus mejillas y tocó sus hombros- Pareces un buen niño, ahora serás mío.
-¿Qué quieres decir con eso? -preguntó de manera un poco insegura.
-Quiero adoptarte, pero necesito que me obedezcas en todo lo que yo diga, de lo contrario te castigare, por su puesto te trataré bien si tú actuas como debes.
-¿Seguro que me trataras bien?
-Si, te lo prometo.
Ése tarde los papeles de Byun Baekhyun fueron arreglados e inmediatamente se fue con su nueva familia, el señor y la señora Park eran muy buenos con él, tenía su cuarto propio, tres peluches nuevos, comida que no había probado antes, y un señorito al cual atenderle en lo que necesitará, sí Chanyeol necesitaba que recogiera la pelota que arrojó, Baekhyun debía ir corriendo a traersela de vuelta, sí Chanyeol deseaba dormir con él abrazado como si fuera su osito de peluche, Baekhyun debía aceptar ser el osito de peluche humano de Chanyeol.
Baekhyun sólo debía hacer lo que Chanyeol deseará, y él podría tener un hogar, y un tipo de amor diferente al pensaba en un inicio.
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Descontrolado Amor ||Chanbaek||
FanfictionByun Baekhyun creció en un orfanato al ser entregado por su jóven madre que decidió no hacerse cargo, mientras crecía, lo que él más deseaba en su vida era una familia, una casa, alguien que lo quisiera... alguien quién lo necesitará. Park Chanyeo...