Mi mejor amiga es vampiro 2 [Yuri]

Capítulo 12

Narra Yashiro:

– Maldición... ¿Como pude dejar que esto pasara? –mencioné enojada después de haber colgado el llamado–.

Yui no puede tener el poder más fuerte, ella es la menor, ¿Cómo se supone que es la más fuerte? Es.. es ridículo. Maldigo a Agcna por esta estupidez.

– ¿Qué sucede, Yashiro? – preguntó la monstruosa voz de Nais sacándome de mis pensamientos–.

– Yui tiene el poder más fuerte. Con eso es posible que nos derrote a todos.. – respondí aún enfadada por todo–.

– ¿Qué tanto? –preguntó sereno aunque se notaba que por dentro de él estaba más enojado que nunca–.

– No lo sé.. –comencé a dar vueltas con mis pasos, no tenía ni la menor idea de que mierda hacer–.

– ¿No lo sabes? –.

– ¡No! –grité más enojada aún, pero al hacerlo recibí un gran golpe del contrario que me hizo caer–.

– Tienes 48 horas para arreglar esto. De lo contrario te pasara lo mismo que mi querida esposa. – amenazó para luego desaparecer sin decir nada más–.

– Hijo de .. –limpié mis labios aún enfadada. Me levanté y caminé hacia la zona donde de encontraba Jin–.

No podré arreglar la situación en dos malditos días, es cosa de tiempo. Hay veces en la que me arrepiento de haber hecho un estúpido trato con ese imbécil.. espero que el plan salga como lo planeamos hace ya meses atrás.

Al llegar a donde se encontraba Jin, le dí una cachetada para que despertara a lo que está despertó sin quejarse ni nada.. al menos algo estaba saliendo como lo quería.

– Escucha, mocosa. –hablé tomando de su mentón fuertemente procediendo así a quitarle la venda de sus ojos–.

Ésta no respondió, solo se dedicaba a mirarme con algo de odio.. cosa que no me importa en lo absoluto.

– Te pondré a prueba. Quiero que demuestres todo lo que te enseñado hasta ahora, ¿Entendido? – pregunté de la misma mera que antes– antes que nada... ¿Ada..?

– Tengo que destruirla. – respondió como si fuera una un niña pequeña aprendiendo nuevas palabras–.

– ¿Leila es.. ? –una sonrisa malvada se empezaba a dibujar en mis labios. Lavarle el cerebro es lo más fácil que he hecho–.

– Un juguete que podemos controlar. –respondió, reí por sus palabras para luego soltar sus cadenas y dejarla libre por la celda–.

– Ahora enséñame lo que has aprendido. –

Narra Ada:

Me desperté teniendo a Leila desnuda a mi lado la cuál seguía durmiendo. Suspiré por recordar que anoche no me había controlado con ella. Notaba como habían notables marcas de mordidas y chupones de mi parte por todo su cuerpo. Pase mi mano por mi cabello sabiendo que ya no podía seguir con esto.. es mi ex, no puedo volver a hacerlo con mi ex .. ¿O sí?

Sin más me levanté de la cama para  después dirigirme a la tina del baño y meterme al agua con todo y ropa sintiendo como la agua fría se apoderaba de mi cuerpo.

– Necesito hablar contigo. –comentó una voz que tal vez provenía de  la puerta pero ahora no tenía ganas de hablar con nadie–.

–Estoy ocupada. Hablemos después, Umi. – respondí sin darme el tiempo de girar y ver quién era, por la voz se notaba quién era–. 

– Es importante. Te espero en el laberinto. –finalizó para después sentir como desaparecía–.

Suspiré procediendo a desaparecer del baño y aparecer atrás de Umi, sintiendo como goteaba mi ropa y cabello, en ese momento era lo único que sonaba.

– Espero que sea importante. – rompí el silenció a lo que la contraria solo se volteó sin más–.

– ¿Cómo conociste a Leila? –preguntó quedando al frente mío–.

– En la escuela. – respondí fría. No podía creer que eso fuera lo importante, iba a proceder a irme hasta que esta comenzó a hablar–.

– Es importante para mí. –respondió al igual que yo – ¿Cómo me puedes cambiar por una bolsa de sangre? –frunció su ceño sin entender nada–.

– No es la sangre. – respondí como si nada sentándome en lo alto del laberinto dejando a esta abajo–.

– ¿Entonces? –preguntó aún abajo sin dejar de mirarme–.

– Le pedí que fuera mi novia hace ya tiempo atrás, por el simple hecho de que ella era la única que realmente me amaba, protegía y demostraba que nunca se iría de mi lado. –respondí recordando cuando éramos amigas y novias. Me recosté en lo alto del laberinto sintiendo como las rosas me rodeaban–.

– Yo era así contigo. ¿Acaso no te acuerdas? –de apoco empezaba a subir su tono de voz–.

– Tú no eras así. Tú solo te preocupas de tí misma, siempre intentabas hacer lo posible para quedar bien frente a todos. –comencé poco a poco a librarme–.

– Ya cállate. –mencionó fría y enfadada a la vez–.

– ¿Eso era de lo que querías hablar? .–

– Leila te traicionara. –de la misma manera comenzó a amenazarme–.

– ¿Ves? Leila ni diría eso. Tú sí. –afirmé ignorado sus palabras anteriores– Iré a tomar café. Permiso. –desaparecí de ese lugar dejando a Umi en ese lugar–.

Era una molestia tener que tratar con cosas así. Ya en la cocina procedí a hacer un café.

– Ada.. Tengo hambre..~. –mencionó Leila detrás mío pasando su mano por su ojo.. al parecer se había levantado hace poco ya que esta aún bostezaba–.

– Toma asiento, te serviré algo para comer. –mandé mientras procedía a cocinarle algo– Ah.. Oye, escucha.

– Dime, ¿Pasa algo? –sentía cómo está me miraba mientras cortaba las verduras–.

– Perdón por lo de anoche. – pase una de mis manos por mi cabello, sin hacer contacto visual con Leila ya que me encontraba cocinado– No volverá a pasar.

– No te preocupes, Ada. –contestó como si nada– Me.. gustó.

– Esta bien. Gracias. –.

Narra Umi:

*Llamando telepáticamente*

– No ha funcionado. Hay que pensar en otra cosa. –comenté aún enfadada–.. Entendido.

*Fin de llamada*

Saqué la mano de mi sien para luego comenzar a caminar hacia la mansión siguiendo las órdenes que me habían dado hace unos segundos atrás.

– Te arrepentirás, Ada.

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Hola queques del más allá ❤

No tengo nada más que decir. Así que ya saben, si les gustó le pueden dar a la estrellita y comentar lo que les pareció el capítulo. Sé que es poco pero.. lamentablemente, ya sé viene el final mis queques.. I'm sorry

Cuídense, y buenas noches. 🍞