¡¡ESTO NO PUDE SER!! » Neji Hyuga

Nee- san

El hokage me había hecho varias preguntas, no me sorprendía era una Uzumaki algo muy extraño por que se supone que Naruto era el único uzumaki, ademas de Nagato pero ellos no estaba al tanto que el existiera y debía seguir así.

   — la verdad... no recuerdo nada..— hice una mueca tocándome  la cabeza— trato de recordar pero duele... — de verdad quería recordar pero me punzaba la cabeza cada vez que intentaba—yo...yo   — algo hizo clip en mi cabeza, abrí grande mis ojos los cerré fuertemente unas imagenes pasaron por mi cabeza una mujer con hermosa sonrisa cabellera larga rojo y ojos dorados me sonreía tierna mente, una colina con flores de muchos colores, una flor amarrilla, sangre ella en el piso  dos hombres, gritos, muerte, apreté fuertes mis dientes quien eres por que diste tu vida por mi lo ultimo que vi fue a esa misma mujer que hacia un gesto con su mano para silenciarme— ahh — un grito de dolor salio de mi garganta, lagrimas de mis ojos, mi cuerpo temblaba, Quien eres, quien eres  mas dolor.

  — basta, pequeña deja de torturarte.   — mire al hokage que me había puesto su mano en mi hombro para que dejara de esforzarme en recordar, me miraba con pena.

kakashi también estaba en el mismo lugar recostado a la pared,  pero solo me observaba sin decir una palabra cosa que agradecí 

  —   Ya que no tienes a mas nadie — agache mi cara, eso me dolió — que tal si te quedas con kakashi — mire a este buscando una negativa pero no hubo ninguna señal — kakashi estas deacuerdo, por supuesto yo pagare todo lo que sea nesesario como en el caso de naruto — hablo el ansiano sonriendo — oh, sabes no eres la única uzmaki, quieres conocerlo?.

  — no...no lo se   — murmure insegura y cansada.

después de a ver decidido que me quedaría con kakashi, los dos salieron de la habitación dejándome descansar, con la sensación que olvidaba algo, no sabia si debería conocer a Naruto que tal si cambiaba toda la historia, aunque me doliera el debía estar solo.

***

Ya me había acostumbrado a las mirada nada disimuladas de los aldinos por el color de mi cabello rojo al principio pero después de la mitad se degradaba hasta llegar a anaranjado, no era un cabello largo me llegaba a los hombros, no era ni  lizo ni ondulado era un punto intermedio.

ya era un poco tarde para que una niña de 5 años estuviera afuera de su casa pero me había apetecido unos dango y también había comprado pan, algo que nunca puede faltar.

caminaba con ambos brazos ocupado una con los dos panes que sobresalian de la bolsa de papel marrón.

tacaños pense

y mi otra mano con la pequeña bolsa de dangos llevaba unos tres,  dos para mi y uno para el molesto pero querido kakashi, la gente me  veía divertida, curiosa, divertida por que estab batallando para cargar las bolsas, yo les sonreía y ellos me devolvían la sonrisa, por un momento sentí que me miraba así  que voltee, en ese justo momento alguien me empujo causando que mis panes cayeran.

mierda

  — eres ciego   — grite molestapero luego me arrepenti al ver a un pequeño rubio de ojos azules con lagrimas en los ojos, Naruto me quede muda.

— L-lo siento— murmuro  mientras sorbía su nariz, y levantaba la bolsa con los panes adentro.

por lo menos no se habían salido.

pero cuando naruto los levando estos se salieron cayendo al suelo, naruto la miro con temor, hizo un gesto raro,  la Uzumaki se mordió el labio y frunció el ceño, parecía que iba explotar, pero lo que no esperaba era que la chica soltara unas risa muy contagiosa, naruto la miraba extrañado, no comprendía la actitud de la niña, cuando esta se calmo, esta inclino su cabeza hacia un lado regalando le una mirada y una sonrisa tierna y maternal, naruto habia recogido los panes.