Capítulo uno: La misteriosa presidenta de coletas rojas

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Hey, Kurone's here! Gracias por decidirte a leer esta historia. Dejo esta nota al inicio porque tengo que aclarar algunos pequeños detalles. En primer lugar y como indiqué, es una historia de corte paranormal, una novela ligera original nacida de mi hiperactiva mente otaku. Es la primera vez que escribo harem, así que no sé como habrá quedado, pero espero que el resultado logre satisfacerte a ti, querido lector/ra. 

Algunos detalles que debo aclarar es que esta obra contará con contenido gore así como escenas de corte erótico y más avanzada la trama, directamente explícitas. Eso es todo, ¡con esto y un bizcoho, disfruta de la trama! <3

Advertencia para este cap: Yuri.

***

La vida de Ikki Usui era perfectamente normal. Mi vida. Simple. Monótona. Si tuviera que describirla con tan solo una palabra sin lugar a dudas esa sería aburrida. No había realmente nada que la hiciera destacar sobre las demás. Vivía en un entorno urbano, industrializado, en una de las zonas más centrales de Japón, justo como la inmensa mayoría. Tenía un pequeño apartamento que compartía con mis padres como todo chaval común y sin futuro de diecisiete años... y asistía en tren al instituto. Mis notas eran comunes... pasables, por decirlo de alguna manera. 

Mediocres.

Y yo... yo era también común. Con ojos grises y revuelto cabello color chocolate. No era precisamente apuesto ni musculoso, no mentiré. De complexión delgada, caucásico, siempre llevando sudaderas y camisetas de manga corta excepto cuando era obligado a portar el uniforme escolar. Y tampoco tenía mucha suerte con las chicas. De hecho estas parecían evitarme, tachándome de perdedor o pervertido sin darse la oportunidad de conocerme siquiera. Tal era así y tan harto estaba de rechazos y desplantes amorosos, que había decidido a abandonar la idea de tener novia alguna vez. 

Por mucha rabia que me diese.

¿Para qué quería una novia, después de todo? Mi gran amor eran las chicas 2D. ¡Sí, por supuesto! Por muy hermosas que fuesen las chicas reales no las necesitaba para nada. Con las 2D me bastaba y me sobraba. Esas mismas que aparecían en mis mangas y animes favoritos y llenaban mis locas fantasías en las noches más frías. Esas chicas de proporciones perfectas, inalcanzables. ¡No era un pervertido, por supuesto, pero no dejaba de ser un chaval joven y sano de diecisiete años! Un chaval joven de diecisiete años que ansiaba no vivir en el mundo real. Que ansiaba sumergirse en esas historias apasionantes que leía, que veía, que lo trasportaban a lugares mejores donde él era un caballero o un espadachín, o un guerrero que luchaba fieramente contra invasores del espacio.

Pero esas cosas no sucedían en la vida real. 

  — Ah, tío... — suspiré con desgano, frotándose la parte posterior de la cabeza.

Alcé la mirada por encima de la altísima verja de hierro que rodeaba la academia. Mi nueva academia. La academia Kurokame. Desde luego que era un nombre ridículo. Aquel había sido mi primer pensamiento cuando mis padres me comunicaron la noticia hacía ya algunas semanas. Pero aunque mi postura no había cambiado en lo absoluto en un mes, mi corazón se sentía algo más animado ahora que me hallaba en las puertas de aquella antiquísima edificación. Una nueva academia... ¿no era así como empezaban muchos de mis mangas predilectos? Sería increíble si mi monótona vida de perdedor pudiese dar un giro de ciento ochenta grados en un lugar como este. Conocer chicas. Vivir grandes y emocionantes aventuras. Pero esas cosas no pasaban en la vida real.

Al menos no en la vida de Ikki Usui.

  — ¿Y sabes que me dijo?

 — ¿Qué te dijo?

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