Cuando Todo comenzo

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Junio, 4

Estoy en mi casa, paso algo malo, no malo, catastrófico. Si, si, si hay alguien aqui que apoye las ideas de no creer que el enamorarse puede llegar en tan sólo tres semanas es mejor que pare de leer la historia.

Tres semanas atrás comencé a salir con un chico; Sergio Cárdenas, se acostumbrarán a leer ese nombre durante toda esta historia, pero digamos que las historias de amor nunca comienzan con la declaración, las verdaderas y más tristes en realidad o no tienen declaración o la historia comienza con una mirada y un desesperado "presentamelo por piedad" a una de tus amigas o amigos.

Hace tres semanas (antes de las tres semanas que comenzamos a salir, digamos algo asi como seis semanas) conocí a un chico que luce asombroso, ¿su nombre? Sergio Cárdenas, nuestra historia no comenzó con la típica parte de películas en la que el tira mis libros, los recoje y nos enamoramos, digamos que de alguna manera retorcida por el destino todo comenzó con una chica, que la verdad no me agrada; Hay una chica en mi salón, nada agradable si se lo preguntan, pero eso ya lo descubrirán más tarde, esta chica es engreída, aburrida y se cree mejor que todos, ella gusta de Sergio.

Lo conocí un día que estábamos en el colegio, comprando comida y dulces para llevar al examen de matemática del siguiente periodo.

Lo recuerdo como si fuera ayer, abril 16 de 2013, hermoso día, el clima era perfecto para enamorarse, suena idiota y lo se. Pero a veces sientes que un día te cambiara, ese día era hoy. Alexandra me lo presento y bueno... Esos ojos me quitaron cualquier pensamiento que estaba en mi mente en ese momento y el lo reemplazo, su voz, su todo.

Habían pasado más semanas y siempre la misma rutina, me saludaba, decía un par de frases o un par de chistes malos y se iba. Pero algo especial paso un 23 de abril, me hablo en facebook, comenzamos a hablar día y noche, a la semana que hablábamos me invito a salir, vimos una película, enserio, la vimos, estaba desepcionada. Pero en aquella salida fueron las primeras tres veces que toque sus manos;

Estábamos jugando a conducir y como el asiento era largo, yo maneje el cambio de caja (o palanquita) y el el volante,

- Que distraída que eres - dijo Sergio y puso su mano encima de la mía. (Primer toque)

- Elijamos una canción - dijo cuando estábamos en la rocola y mi mano estaba en los botones, segundo toque.

Y el tercero simplemente nadie dijo nada, me llevo a mi casa y cuando estábamos cruzando la calle tomo mi mano, entrelazamos nuestros dedos, fue especial, nadie había disfrazado ese toque, lo manteníamos hasta que llegamos a mi casa y tuve que soltarlo, ahí supe que estaba roja, loca y estúpidamente enamorada, porque no había dejado de pensar en eso toda la noche.

Otra Historia...Como Cualquier OtraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora