La música se podía escuchar incluso desde aquí afuera, yo y Erika bajamos del taxi, habíamos pasado dos horas alistandonos, había que admitirlo; nos veíamos geniales.
Llevaba puesto mi vestido blanco, unos tacones que con más de quince minutos parada de seguro ya estaba cansada. Ella usaba un vestido verde ajustado, cada una con sus propios gustos. Y al fin ya estábamos ahí, frente a la puerta de esta fiesta de quince años.
-¿Cuál es tu nombre? Debo ver si estas en la lista. - El hombre que estaba controlando nos dijo.
- Diana Velásquez - conteste, definitivamente este guardia me estaba intimidando.
- Erika Miranda - dijo mi amiga, dedicándome una mirada nerviosa.
El amiguito de la puerta nos dejo entrar a la fiesta.
La decoración es exquisita, es algo así como un país de dulces, las mesas estaban con manteles blancos al igual que las sillas, al centro de cada mesa estaban millones de paletas de colores puestas de una manera bonita, una corta, otra corta, una larga y una corta otra vez; estaba ahí una pantalla gigante, ponían el mismo video a decir verdad un video musical que en ese tiempo estaba de moda "California Girls" había un tipo de tarima donde había algo parecido a una nube de caramelo gigantesca, ositos de goma eva, dulces por todo lado, por uno y un millón de lugares.
Se podía oler la emoción de las chicas de bailar de una vez, la música por ahora estaba lenta. No habían chicos lindos (para ser honesta), y aunque por más de que los hubiera no podría fijarme en nadie más;
supongo que esta es la parte de la historia en la que deben conocer que tenía mi amor, que estaba enamorada. Lo estaba. Hace tres semanas conocí a un chico que luce asombroso, ¿su nombre? Cómo supongo ya lo saben es Sergio Cárdenas; Hay una chica en mi salón, nada agradable si se lo preguntan, pero eso ya lo descubrirán más tarde, esta chica es engreída, aburrida y se cree mejor que todos, ella gusta de Sergio; digamos que mi intención fue primeramente molestarla, hacer que este celosa (si, si, lose. No soy la persona del típico "mejor me quedo en mis asuntos"), ella ya me había visto hablando con el, ella estaba realmente celosa, eso me hacia feliz, asi es como logre buscar a gente en comun con el para que podamos hablar, hablamos, y como las cosas suceden sin que uno se de cuenta; me enamore.
Me enamore.
Me enamore.
La puta vida, me enamore.
Y el, tambien estaba enamorado de mi.
Mierda.
Si hay algo peor que un chico que te odie, es que te quiera.
Si conseguía que alguien tan maravilloso como el se me declarara podíamos vivir una historia hermosa, duraríamos tanto tanto tiempo, seríamos felices, ya podía incluso saborear nuestro primer beso, el calor de abrazarlo, su mano con la mía, mi cabeza reposando en su hombro... (Eh aquí la razón por la que se que caí enamorada).
Estaba esperando su llegada con mi mejor amiga, Paola.
No llegaba. .
Maldito.
- Deja de buscarlo y vámonos a bailar -Paola me jalo hacia la pista de baile y bueno, estábamos bailando.
Y yo sin darme cuenta estaba haciendo los pasos más ridículos del mundo a manera de burlarme de algunas personas, cuando el llego.
Llego.
Estaba ahí, a unos metros de mi, con traje, camisa negra con rayas blancas, algo así denominado perfección, ¿qué me atraía de el? Pues todo, estaba esa sonrisa (por más de que tenía brakets no le iba a quitar lo lindo de esa sonrisa), también estaba lo alto que es; tiene esa altura perfecta que busca una chica para poder ser abrazada, de la cintura o de los hombros, tenía sus manos; se que mencionar las manos tal vez no sea nada romántico pero mis manos estaban echas para encajar ahí, son más grandes que las mías, pero a pesar de todo lo físico que me atraía de el, sus ojos no me atraían, simplemente me volvían loca, me hacia sentir como una drogadicta, cada que veía sus ojos cafés claros estaba algo así como perdida y a la vez encontrada, hay tantas y tantas más cosas que podría decir quería atraen de el; pero no creo que haya nada como su personalidad, sus chistes malos, su generosidad, su nerviosismo, cada que se sonroja, me hace sentir bien y lo más importante tiene una manera de hacerme sentir que todo estará bien, lo aseguro, puede que sea el fin del mundo pero si el me mira o esta cerca de mi me siento bien, me siento viva con el.
- Te esta mirando fijamente -me susurro Paola.
-¿ Quien? -hice una Señal que se refiere a Sergio, en algo así llamado "lenguaje de mejores amigas"
Paola asintió.
Sergio llego.
Empujo a Paola.
-Dijiste que bailaríamos - me quito el celular de la mano y lo puso a su bolsillo, entrelazo sus dedos con los míos.
Y si. Estábamos juntos. Bailando.
La música no era lenta o romántica, o algo por el estilo. Pero estaba con el; y no habia nada más perfecto que ese momento.
"Yo solo quiero darte un beso,
Y regalarte mis mañanas,
Cantar para calmar los cielos,
Quiero que no te falte nada..."
Y esta canción fue el detonante.
Miremos lo de esta forma: hay una bomba en algún lugar importante, como un banco o un museo o una librería, una persona entra con esta bomba que no esta activada, sólo quiere causar miedo, sólo quiere atención, pero digamos que esta bomba se activa con la voz, supongamos que es posible que el banquero tenga la misma voz y diga algo equivocado, la bomba se activa, y ahora de verdad corren un riesgo inmenso, para todos, para quien tiene la bomba, para las personas que lo rodean y para el lugar en sí. Esto es algo así como una pequeña hipérbole para decir que yo soy quien tiene la bomba, la canción el detonante y el es la persona que esta cerca.
Su frente la posa contra la mía, las dos manos están entrelazadas, esto es romántico, se lame los labios, y quiere besarme, lo puedo notar, que no tenga experiencia en el amor no significa que no note algo muy obvio, y para ser honesta, yo también quiero besarlo, ya hace un año que no siento algo como esto.
Pero la música acaba.
-Vamos a tomar un descanso -dice el DJ. Espero que su trabajo incluya destruir futuros besos, porque si es así, merece hasta un Óscar.
-Vamos a sentarnos -me dijo Sergio mientras se alejó de mi.
Nos sentamos y bueno;
-Eres algo lento -dije sonriéndome, porque bueno, al final de cuentas si era algo lento.
- Vamos a caminar -dijo sonriendo.
Como algunos dicen fuimos al "oscurito" me agarro de la cintura, sus manos estaban calientes y me beso.
Fue mi primer beso.
Con el.
Mi primer beso hoy
Mayo 10 del 2013.
Al fin tuve mi primer beso.
El resto de la noche fue como todos la esperarían, bailamos, nos besamos, comimos, nos besamos, caminamos, nos besamos, hablamos, nos besamos y mi parte favorita; nos seguíamos besando.
Habían pasado ya como demasiado tiempo, en media hora la fiesta estaría por terminar.
Y ahora llega mi parte favorita y a la vez la que más odio en toda esta maldita historia de desamor;
- Que levanten las manos las solteras! -grito el DJ
-Uh! -gritamos todas a coro.
-No, no Diana. - me dijo Sergio con una mirada hermosisima.
- ¿Por qué? - dije.
Si ya se, todas sabemos que quiere ser tu novio, pero vamos! Quería escucharlo de sus propios labios.
-¿ Porque crees? - dijo, enserio? Era momento de hacerse al difícil?
- No lo se. Por eso es que pregunto - y con esta le gane. Soy buena en esto de sacar respuestas obvias.
-Somos novios.
Y de alguna manera la bomba que había explotado en ese beso maravilloso, había vuelto, otro lugar, misma idiota que cargaba la bomba, nuevo detonante. Éramos novios.
ESTÁS LEYENDO
Otra Historia...Como Cualquier Otra
RomanceEs sólo una historia como cualquier otra, la copia fiel de un diario. No espero que le cambie la vida a nadie, pero para algunas niñas que pasaron lo mismo, entenderán que no son las únicas.