Hablas de tu virginidad como si se tratase del premio gordo,pero ¿sabes qué?-dijo aclarándose la garganta-en una noche puedo follarme a diez como tú.
-¿Qué?¿acaso iba en serio?-
Pero Darren no se conformó con aquella escandalosa confesión.Todo lo co...
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Mi padre, un hombre de negocios que uno imaginaría como alguien con sangre fría, meticuloso y dedicado enteramente a su trabajo, era la antitesis de todos los preconceptos anteriores. Siendo un padre y esposo devoto, presente, y no ausente, en la crianza de sus dos hijos, avocado a sus valores y principios, ofreciéndonos seguridad y felicidad como el hombre y cabeza de familia que era. Ése mismo hombre que derrochaba amabilidad, era el mismo que había ofrecido alcanzarme hasta la preparatoria Union Wells, en la que, según los planes de ambos, pasaría mis últimos 3años.
Y eso esperaba.
Pero decliné su oferta negando hacia ambos lados con la cabeza mientras tomaba una rebanada de pan tostado con mermelada, expuesta en uno de los platos principales. Un aroma agradable, dulce, flotaba en el aire, y supe segundos atrás, que era obra de mi madre, y la hora del desayuno.
Repasé mentalmente mis planes por última vez y me apresuré a responder.
-Me gusta caminar-dictaminé mientras degustaba el pan tostado y su sabor. Supongo que por el horario, no había tiempo para el té.
Bien, bien,lo admito, no me gusta caminar.
Al menos, no trayectos largos. Era sólo una mentira piadosa para con mi padre y es que, cómo y con que cara iba a mirar y luego a mirarme los demás estudiantes en mi primer día de preparatoria al verme bajar del auto último modelo de mi padre, por no decir que descolocaría a varios, pasando a ser el indeseado centro de atención.
"Perfil bajo, perfil bajo" susurruba mentalmente como un mantra, mientras caminaba calles abajo. Mi madre se encargó, anticipándose y se dedicó a trazarme un croquis de cómo llegar y es que al abrirlo, desee no haberlo abierto.
¿Como es que una profesora de arte fuera tan mala para dar explicaciones de calles?
Bueno, misterio resuelto de por qué me pierdo con facilidad. Genética pura.
Suspiré con pesadez procurando descifrar el croquis, que a esas alturas, parecía tener jeroglíficos en él.
Tras unos vergonzosos minutos en los que me salteé calles, mi bolso resbaló de mi hombro, estrellando la hebilla contra el piso, haciendo que se abra y por consiguiente, que las carpetas se desperdigaran por el pavimento. Tras el bochorno principal superado, en el cual fui auxiliada por algunos transeuntes amables,les pregunté a aquellos desconocidos por la preparatoria Union Wells, que me indicaron detalladamente, la manera en la que arribar a mi objetivo.
Miles de pensamientos cruzaron por mi mente en tan sólo un minuto. Un minuto que me tomó una eternidad para poder dar el primer paso y adentrarme con coraje al "nido de víboras ".
¿Para qué mentir si así era como lo veía?
Acomodé la mochila y me propuse caminar firme y decidida. Toda era parte de una actuación y yo era el foco principal.Pero, mentiría si dijera que no estaba nerviosa hasta la médula.
