Grabaciones de Beacon Hills

El estúpido jugador de baloncesto

Derek se dirigió a su escritorio cansado después de haber estado entrenando por lo que pudiese pasar, ya que nunca se sabía qué peligro podía acecharte en Beacon Hills. Sacó una caja y de esta extrajo una grabadora, la encendió y comenzó a hablarle a ella, a esa persona a la cual le grababa una cinta cada día desde que tenía 15 años.

Paige... Llevo años grabando mis palabras, años dedicando horas a este ritual que realizo cada noche desde aquel día... Y en todos te digo lo mismo, te echo de menos... Te amaba, Paige, más que a nadie, tú le diste una oportunidad al idiota del equipo de baloncesto... Vi algo en ti desde que nuestras miradas se cruzaron por primera vez, sabía que eras diferente... Me encantaba escucharte practicar tocando el violonchelo, no te voy a engañar, odio ese trasto, no me gusta el sonido que saca, pero todo cambiaba si quien lo tocaba eras tú... Porque tú conseguías que el sonido más horrible se convirtiese en el canto más dulce... Porque tú eres la única persona que consigue que saque mi lado tierno...

Paige, no puedo soportar este sentimiento de culpa que me recorre cada noche, cada día, cada minuto y cada segundo, no puedo más... Sencillamente, no puedo... No puedo seguir adelante sabiendo que fui yo, Derek Hale, quién acabó con tu vida, no fue justo, tú no merecías ese terrible final... Tú podrías haber llegado tan lejos con tu violonchelo... Dios, habrías podido tocar frente al mismísimo presidente de los Estados Unidos... Y sin embargo yo, Derek Hale, el estúpido jugador de baloncesto, acabé con toda la luz que tenías...

¿Sabes? Cada día pienso en las conversaciones que tuve con mi tío, y estuve años culpándole por tu muerte, pero no fue él... Fui yo, yo podría no haberle escuchado, podría haber dejado mi maldito egoísmo de lado, tú no tenías que ser mordida, tú eras mi bella humana... Mi hermosa novia... Pero me daba tanto miedo perderte o que huyeras cuando supieses lo que yo era que el miedo me invadió, vi la oportunidad de mantenerte a mi lado para siempre y no quise ver más allá, no quise pensar en las consecuencias ni en si habrían posibilidades de que no sobrevivieses a la mordida, simplemente actúe, porque eso es lo que hace el estúpido jugador de baloncesto, actuar sin pensar.

Como siempre dicen, cada acto tiene su consecuencia... Y la de mi decisión fue tu muerte... No, aún peor, porque no solo moriste, no solo dejó de latir tu corazón... Sino que yo fui tu verdugo, yo fui quién detuvo la mecánica de tu corazón... No sabes cuánto lo siento... Pero no podía verte sufrir de esa manera, tenía que hacer algo... Aunque ese algo fuese romper tu columna vertebral terminando con tu corta vida...

¿Tienes idea de las veces que he deseado no haberte conocido nunca? Puede sonar duro, pero si no me hubieses conocido continuarías viva... Aunque no estuviésemos juntos. Desearía tener una máquina del tiempo para retroceder y decirle a mi yo de quince años que se esté quieto, que no sabe cuánto dolor le causará escuchar a Peter, que no tiene ni idea de las veces que se reprochará y se arrepentirá de haber tomado esa decisión, que no puede ni imaginar las noches que pasará llorando...

La gente dice que sin riesgo no hay recompensa, pero a veces es mejor dejar las cosas como están, pues todo puede salir mal, si el riesgo es demasiado elevado es mejor no hacer nada, porque, sí, podrías recibir la mejor recompensa de la historia, pero también el castigo más nefasto, y eso fue lo que yo recibí, ya que ahora vivo con esta carga en mis hombros, la carga más pesada del mundo, cada noche escucho tus dientes castañetear debido al frío que invadió tus huesos, cada noche al cerrar los ojos vuelve a mí el recuerdo de ti y de mí en las raíces del nemeton, yo esperando que te cures... Aún sabiendo que eso no sucederá.

Ojalá pudiese recuperarte, Paige... Para que vieses en lo que me he convertido, ahora soy mejor persona, ahora intento ser mejor de lo que fui, por ti... Cada cosa que hago, cada persona a la que salvo o cada asesino al que detengo junto con Scott y los demás es por ti, porque no quiero que ninguna Paige más muera. Te prometo que intentaré dejar de ser el gruñón amargado, ahora que lo pienso después de tantos años... Tú no querrías verme así, no querrías verme derramar lágrimas cada noche en tu memoria, creo que preferirías que dedicase sonrisas al cielo por ti... Aunque nunca haré eso en público, tengo una reputación que mantener...

En definitiva, Paige... Había tomado la decisión de reunirme contigo, tenía pensado ir a cualquier lugar en el que hubiese una redada y dejarme cazar, pues no soy lo suficientemente valeroso como para hacerlo por mí mismo... Pero, como ya he dicho, creo que debo vivir por ti, por Paige Krasikeva, la mejor violonchelista del mundo... La chica a la que todavía amo, después de tantos años... Nunca dejé de amarte, y nunca dejaré de hacerlo... Porque por muchas relaciones que he tenido, ninguna fue tan especial como la que tuve contigo... Pero he de pasar página, esta será la última cinta que grabe en tu honor, Paige... Allá donde estés, espero que seas muy feliz, porque eres el ángel más hermoso que el cielo ha recibido si aquel es tu hogar ahora, y, si en vez de subir al cielo, te convertiste en polvo... Ahora el universo es más especial, pues tú, el polvo de estrellas más hermoso, te has unido a él.

El estúpido jugador de baloncesto se despide.

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Espero que os haya gustado, dejadme comentarios con propuestas para otras cartas y votad si os gusta la historia. Bye :3

P.D: creo que no me ha salido demasiado Derek :'v hice lo que pude.