Capítulo uno

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Lunes, Lunes, Lunes. Eso significa que hay clases, y eso también significa que...¡Veré a HaNeul!

Me levanté de la cama como un rayo, y por mi torpeza tropecé con una de las tantas porquerías en el suelo de mi habitación.

—Mierda. —Me levanté enseguida, con algo de dolor en la rodilla izquierda, ¡Nada vence a Kim Taehyung!

Hice mi rutina por las mañanas, y salí corriendo de mi casa. Llegaba tarde.

Ya en medio camino la vi a ella. Tan hermosa, seria, pero tan hermosa.

—¿Soy hermosa?

—¿Eh? ¡Jimin, idiota! ¡Deja de escuchar mis pensamientos en voz alta! —Park rió y sus ojos desaparecieron.

—Ya, ya. ¿Sigues sin confesarte? Te entiendo, Lee HaNeul es fría.

—Cállate, debo hacer algo primero. Adiós, quiero alcanzarla.

—¿Eh? ¡Taeeee!

Ignoré a Jimin por completo, se lo merece por tonto. Alcancé a Ha Neul y comencé a caminar a su lado.

—Hey, Hani honey. —Le sonreí y ella me observó detenidamente.

—Tu inglés no es bueno. Y soy HaNeul. —Siguió su camino, y de nuevo aceleré el paso.

—Te ves linda hoy. —Me ignoró por completo, pude ver que había rodado los ojos.

Dejé de seguirla y fui con Jungkook un rato. Aunque Jeon dijo lo mismo que Jimin; hablando de ese enano llegó reclamando que lo dejé atrás. Me dio igual.

—Ella es...rara, un poco agresiva, ¿No crees?

Eso me molestó en verdad, ¿Qué es lo que les pasa?

—Jungkook, cierra la boca, ¿Si? No la conoces. —Dicho eso me adentré a la institución, esa maldita cárcel que para mí, era iluminada por HaNeul.

Ya en el aula volví a verla, en los bancos del fondo. Parece concentrada, dibujando. Me acerqué hasta ella.

—Qué lindo. —Musité. Cometí un error, se sobresaltó.

—¿Qué mierda te pasa? Dios, no me gusta que me desconcentren, guarda silencio, ¿Entiendes? —Exclamó molesta, algunas miradas se posaron en ambos.

—Lo siento. —Tomé asiento a su lado. Volvió a observarme.

Guardó sus cosas cuando lo  hice, supuse que cambiaría de lugar otra vez, pero no fue así. ¡Qué bien!

—...Te ves linda hoy. —Le repetí—. Bueno, para mí siempre te ves linda.

Me mantuve observando detalladamente su rostro. Digo la verdad, es hermosa.

—No me mires...odio este sentimiento. —Soltó. Mi expresión cambió, no la comprendía.

—¿Qué sentimiento?

—El de saber que me están mintiendo.

Ahora sí se levantó y cambió de lugar. Al fondo junto a la ventana.

Lee HaNeul, ¿Por qué no crees en mí?

Las horas pasaron rápido; HaNeul tuvo inglés y yo química, por lo tanto estuvimos en distintos salones las dos últimas horas.

Al entrar al suyo la vi con el brazo derecho apoyado sobre el banco, y su cabeza sobre este. Estaba profundamente dormida.

Me acerqué lentamente a ella y a su alrededor vi unas cinco hojas con lo mismo escrito, esparcidas por el suelo. Es muy perfeccionista con lo que hace.

Aún así, no acepta que es perfecta.

Observé su cabello rojizo, me encanta. ¡Se parece al mío! Bueno, yo lo tengo mucho más claro y chillón.

Comencé a moverla levemente, y no daba señales de vida. ¿Debería llamar a la enfermera?

—¡Lee HaNeul! —Alcé la voz, por fin despertó.

—¿Quieres morir, Kim? —Me miró furiosa. Ups.

—No hoy. —Sonreí—. Es hora de irse.

Asintió, todavía enojada. Tan linda.

Terminó de recoger sus cosas y salimos de la escuela.

—¿Puedo...acompañarte a casa? —Pregunté.

—No.

Fría como el hielo. Me gusta.

➵ Uɢʟʏ ❥ Tᴀᴇʜʏᴜɴɢ » "AU"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora